Este miércoles 9 de julio, la princesa Gabriella de Mónaco ha vivido un día muy especial. La hija menor de los príncipes Alberto y Charlene ha sido la gran protagonista de un acto cargado de simbolismo. A sus 10 años, ha recibido un homenaje en la localidad francesa de Vic-sur-Cère y allí, ha sido reconocida de una manera muy significativa.
Aunque normalmente aparece en público junto a su hermano mellizo, el príncipe Jacques, esta vez ha brillado sola. Su familia ha estado presente, sí, pero el foco ha estado puesto únicamente en ella.

Los príncipes Alberto y Charlene han acompañado a sus hijos, orgullosos y sonrientes. También Jacques, siempre protector con su hermana, ha estado a su lado.
Charlene de Mónaco se muestra muy feliz en el gran día de su hija pequeña, Gabriella
Gabriella, nacida el 10 de diciembre de 2014, ha recibido el título de condesa de Carladès desde su nacimiento. Curiosamente, aunque nació unos minutos antes que su hermano, es Jacques quien ocupa el primer lugar en la línea de sucesión, debido a que la ley sálica sigue vigente en Mónaco. Sin embargo, este detalle no ha impedido que Gabriella tenga hoy su gran momento.

La ciudad de Vic-sur-Cère, antigua capital del condado de Carladès, ha querido rendirle un tributo especial. Una plaza ha sido nombrada en su honor: la Plaza Princesa Gabriella. Además, las autoridades locales le han entregado la llave de la ciudad, un gesto cargado de afecto y solemnidad.
La familia principesca al completo ha viajado hasta allí para participar en la ceremonia. Gabriella ha saludado con naturalidad y una sonrisa tímida. Ha posado para las cámaras, ha escuchado los discursos y ha agradecido el gesto con educación.
La joven Gabriella ha recibido el apoyo de toda su familia, sobre todo de Charlene de Mónaco, en su gran día
Charlene de Mónaco ha mostrado su emoción en todo momento y se la ha visto feliz, conmovida, orgullosa. Ha tomado de la mano a su hija, la ha abrazado con ternura. Ha sido un día importante también para ella y ver a Gabriella dar este paso ha sido motivo de gran alegría.

Con este acto, la princesa Gabriella ha dado un primer paso simbólico dentro de la vida institucional de su familia. Ha sido un día inolvidable.
Un momento que marca el inicio de algo nuevo. Y su madre, Charlene, no ha podido estar más feliz.