La reina Máxima de Holanda sorprendió hace unos días dando un paso que fue ampliamente celebrado: dejarse ver al natural. Si bien el protocolo exige un maquillaje discreto, Máxima dio un paso más allá apostando por la naturalidad. El momento ha llegado para la reina neerlandesa que, lejos de esconderse, no dudó en saludar y posar ante los fotógrafos.
Sucedió hace unos días con motivo de la cena de recepción al Cuerpo Diplomático. La reina Máxima llegó al Palacio Real para prepararse para la cena vestida de manera informal y sin una pizca de maquillaje. A su entrada se detuvo para que la fotografiaran a pesar de lucir una coleta desenfadada y su belleza completamente natural.

La reina Máxima da el paso definitivo
La reina Máxima de Holanda siempre se ha caracterizado por su buen gusto por la moda y su exquisitez a la hora de vestir. Sus tres hijas también han heredado sus gustos y ya se posicionan como las dignas herederas de su madre. No obstante, la reina holandesa ha dado un paso más allá que muy pocas se atreven a dar.
Hace unos días, Máxima sorprendió a toda Holanda dejándose ver sin nada de maquillaje. Una decisión que no pasó desapercibida por la prensa y que ha sido muy aplaudida. Para muchos, se considera un acto de autenticidad y empoderamiento que rompe con los estándares de belleza impuestos.

Todo sucedió hace unos días cuando en el Palacio Real iba a tener lugar una cena recepción al Cuerpo Diplomático. Horas antes de que tuviera lugar el acto, la reina Máxima apareció junto a su marido, el rey Guillermo Alejandro, para comenzar a prepararse. Lo llamativo de esta escena fue ver a Máxima sin una pizca de maquillaje y posando sonriente ante la prensa.
Lejos de ocultarse y entrar en Palacio para evitar ser captada de manera natural, la reina se paró y atendió amablemente a los medios. Estos no tardaron en centrarse en ella y en la belleza natural que quiso compartir con todos.
Ya después, en la cena de gala, Máxima lució espléndida con un maravilloso vestido y una corona. Eso sí, aunque en esa ocasión sí estaba maquillada, el resultado buscado era esa naturalidad que desprendió a su entrada en el Palacio Real.
La reina Máxima apuesta por la naturalidad
Aunque resulte sorprendente, no es la primera vez que la reina Máxima decide dejarse ver sin nada de maquillaje. Su elección de mostrarse tal cual se ha dado en más ocasiones y todas ellas dentro de un contexto concreto.
Hace unos años, durante una visita a Tanzania, Máxima apareció sin una gota de maquillaje, con gafas de ver y una coleta informal. Además, sorprendió a todos bajando del avión con mocasines y calcetines a la vista, en lugar de medias transparentes. Lo que confirmó que optó por la comodidad a un estilo mucho más sofisticado.
En un mundo donde las figuras públicas suelen estar bajo constante escrutinio, la reina Máxima destaca por su apuesta por la naturalidad. Su decisión no es solo algo estético, también un mensaje con el que reivindica la belleza natural y la aceptación de cada uno.
La reina Máxima no se esconde detrás de filtros ni huye de la prensa cuando se encuentra sin maquillaje. Todo lo contrario, como sucedió esta misma semana, no dudó en posar y dejarse fotografiar sin perder la sonrisa.
Eso sí, como apasionada de las últimas tendencias, Máxima recurre a algunas técnicas para el cuidado de la piel. Lo que la hace poder presumir a sus 53 años de un rostro luminoso, radiante y totalmente fresco.