Iñaki Urdangarin ha querido expresar públicamente su orgullo por su hijo Pablo, quien ha sido convocado por la selección española absoluta de balonmano. Esta noticia representa la culminación de años de esfuerzo y constancia del joven deportista. En una emotiva carta, Iñaki confiesa la intensidad de sus emociones y la alegría que siente al ver cumplir este sueño.
En el texto, el exduque subraya la dedicación y el sacrificio de su hijo para alcanzar este nivel. Recuerda que en el balonmano “no sirven los apellidos” y que todo se logra con trabajo constante. Según fuentes cercanas, Pablo ha tenido que esforzarse más que otros jóvenes para consolidarse en su carrera deportiva.
Iñaki también recuerda los desafíos que Pablo ha tenido que afrontar a lo largo de su trayectoria. Vivió en países con poco nivel de balonmano y emigró a Alemania para poner a prueba su talento. Incluso la pandemia le obligó a regresar a España en un momento crucial de su formación.
Gracias a su paso por el Barça, Pablo pudo aprender de jugadores de gran nivel y seguir creciendo como profesional. Posteriormente, se consolidó en el Fraikin Granollers, donde pudo desarrollar su talento y demostrar su capacidad. Su padre resalta que su éxito es fruto de resiliencia, paciencia y confianza en el proceso.
La sineridad de Iñaki Urdangarin
Iñaki recalca que la convocatoria no es un premio, sino una oportunidad para seguir evolucionando. “Hoy le llega la oportunidad de ser Hispano, y lo vivimos con emoción inmensa”, asegura. Añade que Pablo sigue creciendo tanto como jugador como persona, con valores y determinación.
El exdeportista describe a su hijo como generoso, honesto y un auténtico guerrero. Destaca la madurez que ha demostrado frente a los retos personales y deportivos. Su carta refleja la admiración y el amor que siente por él como padre.
Por su parte, Pablo mantiene un vínculo cercano y natural con su padre, reconociendo la importancia de sus consejos antes de cada partido. Asegura que esas conversaciones le ayudan a ganar confianza y mejorar como jugador. Sin embargo, deja claro que quiere construir su propio camino dentro del balonmano.
“Solo pienso en cómo puedo ser yo como jugador y dejar atrás lo que es mi padre”, afirma Pablo. Estas palabras muestran la determinación y la madurez del joven, que busca forjar su propia identidad deportiva. Su enfoque refleja ambición, responsabilidad y un gran compromiso con su carrera.
Con esta carta, Iñaki ha emocionado a todos los aficionados y al público en general. Ha demostrado su orgullo, su admiración y el fuerte vínculo familiar con Pablo. Su mensaje destaca la importancia del esfuerzo, la paciencia y la unión familiar para alcanzar los sueños.