La infanta Cristina vuelve a ser noticia. Un nuevo capítulo amenaza con tensar todavía más su relación con figuras clave de su entorno. Desde Zarzuela, las miradas vuelven a centrarse en ella con un silencio cargado de significado.
En las últimas semanas, han crecido las especulaciones sobre el ánimo de la infanta y un posible distanciamiento con personas muy cercanas. Las fuentes no hablan de un conflicto abierto, pero sí de un malestar que se arrastra en la intimidad. Lo que ha salido a la luz no está relacionado con causas judiciales ni con su pasado conyugal.
Un recorrido marcado por luces y sombras
La infanta Cristina ha combinado logros académicos y laborales con episodios que golpearon su reputación. Fue la primera mujer de la Familia Real en obtener un título universitario y trabajó en organismos internacionales. Sin embargo, su matrimonio con Iñaki Urdangarin y el caso Nóos cambiaron para siempre su papel en la Corona.
En 2011, las acusaciones contra Urdangarin y su implicación judicial provocaron un terremoto mediático sin precedentes. La imagen de la infanta en el banquillo de los acusados recorrió el mundo y dañó profundamente su prestigio. Desde entonces, la distancia con parte de la familia real se hizo más evidente.
La llegada al trono de Felipe VI en 2014 supuso otro golpe en su trayectoria pública. El nuevo monarca decidió apartar a su hermana de la agenda oficial y retirarle el título de duquesa de Palma. Aquella decisión confirmó su condición de figura ausente en la vida institucional de la Corona.
La relación entre Cristina y la reina Sofía atraviesa su momento más frágil
Recientemente, la periodista experta en realeza Héloïse Broseta ha revelado un dato que arroja luz sobre la tensión actual. Estas informaciones supondrían una triste noticia para la infanta Cristina, cuya relación con la reina no pasa por su mejor momento.
Según sus palabras, la reina Sofía estaría decepcionada con su hija menor: “No era lo que sus padres esperaban”. Su posición en la sucesión al trono y su papel dentro de la familia real siempre la colocaron en un segundo plano. La combinación de vida pública complicada y decisiones privadas habría reforzado la percepción de su madre.
Esta decepción no estaría ligada solo al pasado judicial de la infanta. La experta sostiene que Sofía lamenta ciertas decisiones personales y profesionales que han alejado a Cristina de la imagen discreta que ella valora. En privado, habría comentado su pesar por no ver cumplidas algunas expectativas.
Esta situación supone una mala noticia para Cristina. A pesar de los apoyos de su padre y sus hijos, la decepción materna se siente como un golpe emocional significativo. El hecho subraya que, incluso fuera del ojo público, las tensiones familiares siguen marcando su vida cotidiana.
Un futuro incierto y un círculo reducido
Actualmente, Cristina reside en Ginebra, donde trabaja para la Fundación Aga Khan. Mantiene un perfil bajo y viaja a España para visitar a sus hijos y a su familia más cercana. Su presencia en actos oficiales es prácticamente inexistente.
Sus apoyos se reducen a un círculo íntimo formado por amigos y por sus hijos, con quienes mantiene un fuerte vínculo. Con su padre, el rey Juan Carlos, conserva un contacto frecuente y se reúnen en Abu Dabi. Allí comparten momentos alejados de la atención pública.
La decepción materna, sin embargo, parece ser la sombra más difícil de disipar. Aunque no existen declaraciones oficiales, las filtraciones apuntan a que esta distancia podría prolongarse. Para la infanta, esto la coloca en una encrucijada personal de incierto desenlace.