Irene Rosales ha roto su silencio antes de la esperada entrevista de Kiko Rivera en televisión. La colaboradora ha hablado desde la puerta de su casa con serenidad y sin rastro de enfado. Sus palabras reflejan un tono conciliador y una clara prioridad: el bienestar de sus hijas.
Durante la emisión de El tiempo justo, Joaquín Prat interrumpió el programa para dar paso a una conexión con la reportera que aguardaba desde primera hora frente al domicilio de Irene. En esas imágenes, se vio a la sevillana tranquila y dispuesta a responder, aunque sin intención de entrar en polémicas. “Estoy bien, todo muy bien y, además, no estoy enfadada porque él salga en la tele, para nada”, aseguró con una sonrisa.

La colaboradora insistió en que su relación con Kiko Rivera está marcada ahora por el respeto y el sentido común. “No, de verdad, que le vaya muy bien, tenemos dos niñas preciosas. Somos un equipo”, añadió, dejando claro que su prioridad sigue siendo mantener una convivencia estable, aunque ya no estén juntos. Estas palabras, breves pero significativas, evidencian que Irene busca evitar el enfrentamiento público y preservar la calma que ha intentado construir tras su separación.
Una ruptura muy polémica
En los últimos meses, la ruptura de Kiko e Irene ha sido analizada en numerosos programas y publicaciones. Tras once años de relación y nueve de matrimonio, el desgaste y los altibajos personales acabaron debilitando la unión. Aun así, Irene ha preferido centrarse en su nueva etapa personal, marcada por la tranquilidad y una actitud prudente ante los medios. Desde su separación, ha adoptado un perfil más discreto, alejada del conflicto y volcada en su papel como madre.

La reacción de Irene llega justo antes de que se emita la entrevista más esperada de Kiko Rivera, en la que el DJ rompe su silencio para hablar de su vida, su familia y su relación con la cantante Isabel Pantoja. La expectación es máxima, ya que será la primera vez que Kiko se pronuncie en profundidad sobre su ruptura sentimental. Muchos se preguntan si sus declaraciones podrían generar una nueva ola de tensión, pero Irene ha dejado claro que no permitirá que eso la desestabilice.
“Estoy muy tranquila en todos los sentidos”, dijo también a la reportera, una frase que resume su actual estado emocional. No hay reproches ni gestos de rencor en sus palabras, solo una intención firme de mirar hacia adelante. Fuentes cercanas aseguran que Irene se encuentra centrada en sus proyectos personales y en sus hijas, sin intención de alimentar el ruido mediático.
El tono calmado de sus declaraciones contrasta con los meses de especulaciones y rumores que han rodeado a la pareja. Pese a la expectación por la entrevista de Kiko, Irene ha sabido mantener su compostura y responder con elegancia. La tranquilidad con la que afronta esta nueva etapa demuestra que ha cerrado definitivamente una etapa complicada de su vida y que su prioridad sigue siendo la misma: la paz familiar.

