La rutina se reanuda hoy en los pasillos del Paradís. Las trabajadoras retoman sus puestos tras un fin de semana que prometía ser solo un paréntesis más. Sin embargo, esta semana empieza con un detalle distinto que levanta sospechas.
Al abrir sus taquillas, las chicas se encuentran con ramitos de mimosa. El gesto provoca suspiros y risas, y todas dan por hecho que ha sido idea del señor Conti. Pero pronto descubrirán que las flores no son lo único que ha cambiado.

Vittorio da la noticia que nadie esperaba oír
Vittorio no ha tenido un buen fin de semana. Su ánimo ha estado por los suelos, ya que ha estado sumido en pensamientos que lo mantienen alejado del habitual optimismo con el que suele afrontar cada jornada. La melancolía ha marcado su expresión durante esos días, y no es para menos, pues ha tomado una decisión que afecta al futuro del Paradís.
En una conversación sincera con Roberto, Vittorio deja caer la noticia. Le confiesa que Dante Romagnoli es ahora el nuevo socio del Paradís. Lo dice con tono contenido, sabiendo que esta incorporación no será fácil de asimilar para todos y que, sin duda, cambiará muchas dinámicas internas.
Convencido de que lo mejor es actuar con transparencia, Vittorio decide no posponer más la revelación. Reúne a todas las chicas en la planta de ventas para anunciarles personalmente los cambios que vendrán con esta nueva etapa. Pero el momento, que él esperaba fuese constructivo y motivador, no transcurre como había imaginado.

Romagnoli entra en escena
La llegada de Romagnoli se hace oficial en el capítulo de hoy. El nuevo socio del Paradís irrumpe en escena con la intención de dejar clara su presencia y sus intenciones. Se presenta ante el equipo del piso de arriba con un discurso medido, pero no logra conectar con el personal como él esperaba.
La reacción del grupo es notablemente fría. Pocas muestras de entusiasmo se dejan ver entre las trabajadoras, que reciben sus palabras con cierto recelo. La incertidumbre empieza a ganar terreno frente al entusiasmo inicial que Vittorio había intentado generar con este anuncio.
Lo que debía ser un momento para marcar un nuevo comienzo, se convierte en una señal de advertencia. La plantilla no oculta su incomodidad ante la figura de Romagnoli. Y ese primer contacto deja claro que no será fácil ganarse su confianza.

El ambiente cambia en el Paradís
El gesto de las flores, que en un principio había generado ilusión, queda eclipsado por la tensión. Las chicas, que se sentían protegidas por el liderazgo de Vittorio, ahora se enfrentan a una nueva figura de poder. Y no están seguras de lo que eso implicará.
Vittorio había planeado una transición suave, pero su discurso no logra calmar los ánimos. El ambiente se vuelve denso, cargado de miradas cruzadas y preguntas sin respuesta. No cabe duda de que este giro marca un antes y un después en la historia de El Paradís de les Senyores.