Desde que dejó atrás su etapa como actriz en Suits y renunció a sus deberes reales, Meghan Markle ha intentado construir una nueva imagen pública. Más allá de su papel como duquesa de Sussex, ha querido presentarse como empresaria, productora e influencer de estilo de vida.
Sin embargo, sus intentos por consolidarse en el mundo del entretenimiento no están teniendo el impacto esperado. De hecho, en términos de audiencia, sus proyectos han generado más dudas que entusiasmo por parte del público.
Jarro de agua fría para Meghan Markle y su familia
Su último proyecto con Netflix, la serie Con amor, Meghan, acaba de estrenar su segunda temporada. Pero lejos de ser un éxito, la producción ha pasado prácticamente desapercibida para el público.
La serie no figura entre los títulos más vistos de la plataforma en lengua inglesa durante la semana de su estreno. Un hecho que ha encendido todas las alarmas. La lista semanal de las diez series más populares fue liderada por Mi vida con los chicos Walter.
En el décimo lugar se ubicó Indomable, con 2,1 millones. Esto significa que la segunda temporada del programa de Meghan Markle no alcanzó ni siquiera esa cifra mínima para entrar en el ranking.
El programa de Meghan Markle no ha convencido a la audiencia
La primera temporada, lanzada en marzo, tuvo un debut modesto. Apenas alcanzó los 2,6 millones de visionados en su primera semana y desapareció rápidamente del top 10. En total, cerró el trimestre con 5,3 millones de visualizaciones.
Netflix firmó un acuerdo de 100 millones de dólares con Meghan y el príncipe Harry en 2020. Pero salvo por el documental Harry y Meghan, el resto de los proyectos de la pareja han generado resultados mediocres.
Con amor, Meghan fue promocionado como su regreso al mundo del entretenimiento, aunque con un nuevo enfoque. Ya no como actriz, sino como una especie de gurú del estilo de vida. Sin embargo, la crítica no fue amable.
Se señaló que todo parecía forzado y poco natural, desde sus interacciones hasta el escenario, que simulaba ser su casa. Ahora queda por ver si la serie logrará repuntar o si se encaminará hacia una cancelación inevitable.
La pareja, que buscaba construir una nueva identidad lejos de la familia real, se enfrenta ahora a un desafío mayor. Y es que, en un mercado tan competitivo como el del entretenimiento, la atención del público no se gana solo con el nombre.