Kate Middleton, actual princesa de Gales, se ha consolidado en los últimos años como una figura central dentro de la familia real británica. Su presencia en actos oficiales, su cercanía con la ciudadanía y su estilo cuidado han hecho que se convierta en un referente.
La mujer del príncipe Guillermo, firme en su rol dentro de la familia real, acudió este martes al funeral de la duquesa de Kent. Durante la ceremonia en la abadía de Westminster, volvió a destacar por su elegancia y respeto al protocolo.

Kate Middleton, en el punto de mira
El templo londinense abrió sus puertas para acoger una solemne ceremonia de despedida, cargada de simbolismo y tradición. A la cita asistieron miembros de la familia real, entre ellos el rey Carlos III y los príncipes de Gales.
Tanto Kate como Guillermo mostraron un gesto de profundo respeto y recogimiento a su entrada. Para la ocasión, Middleton eligió un conjunto completamente negro, como marca el protocolo británico en actos fúnebres.
Llevó un vestido con falda evasé, elegante y sobrio, pero con un sutil guiño al estilo de los años sesenta gracias a sus mangas abiertas. El look se completó con un tocado tipo pill box con velo, una de sus elecciones más recurrentes en eventos de esta naturaleza.

La princesa optó por un bolso de mano acolchado, un modelo vintage de Chanel en color negro. Un accesorio discreto, pero que subraya su afinidad por los clásicos del lujo atemporal. En cuanto a las joyas, se decantó por una gargantilla de perlas y unos pendientes a juego.
La pieza más llamativa fue el collar, que en su día perteneció a la reina Isabel II. Ya lo había lucido en el funeral de la monarca. Esta vez, volvió a llevarlo como un gesto de homenaje y recuerdo hacia ella.
Todos hablan de Kate Middleton
Uno de los detalles que también captó la atención fue el tono de su cabello. Kate lució su melena suelta con ondas suaves, mostrando un tono más claro que su castaño habitual. Su estilo, como en otras ocasiones, combinó el respeto por la tradición con un toque personal.
La presencia de Kate Middleton en el funeral fue, una vez más, ejemplo de discreción, elegancia y simbolismo en cada elección. Con cada detalle, volvió a demostrar su compromiso con el protocolo y el respeto por las tradiciones de la Casa Real.

