Canal Sur ha vuelto a vivir un momento profundamente emotivo gracias a La tarde, aquí y ahora, el veterano programa presentado por Juan y Medio. En esta ocasión, un nuevo invitado ha contado su historia privada y no ha decepcionado. La emoción fue tan intensa que no solo el público, sino también el equipo del programa, no pudo evitar las lágrimas.
El protagonista fue Juan Antonio Guillén, más conocido como 'El Guillén', un hombre muy querido en su barrio sevillano del Cerro del Águila. Su historia, marcada por la superación, ha dejado una huella imborrable. ¿Qué es lo que ha hecho que su testimonio conmueva tanto? ¿Qué ha contado en directo para provocar tal reacción?
Un nuevo invitado de Juan y Medio emociona a todos con su historia privada en Canal Sur
Juan Antonio Guillén no es un rostro famoso ni un personaje mediático, pero sí un referente en su comunidad. Tras 14 años como vendedor de cupones de la ONCE, ha comenzado su jubilación. Pero lo que realmente impacta no es su trabajo, sino su actitud ante la vida.
Sus vecinos lo describen como "el optimismo personalizado", un hombre que, pese a sus circunstancias médicas, irradia energía, ternura y vitalidad. Su participación en el programa no fue casual, ya que su comunidad lo propuso para rendirle homenaje.
Antes de llegar a la ONCE, Juan Antonio trabajó en una zapatería y en el Hospital San Juan de Dios. Fue allí donde comenzó a cultivar su espíritu de servicio, algo que lo acompaña hasta hoy.
Sin embargo, el giro más inesperado llegó tras una frase aparentemente trivial sobre "moñas de jazmines". Esto le inspiró a cambiar de rumbo y comenzar como vendedor de cupones. Desde entonces, ha sido mucho más que eso para su barrio: un amigo, un confidente, incluso "el psicólogo de muchos mayores".
Su relación con una vecina de 101 años y su perro ilustra esa cercanía. La mujer lo llama cada mañana solo para "ver que sigue ahí". No es de extrañar que, al entrar al plató, lo hiciera entre aplausos y lágrimas contenidas.
También organiza actividades vecinales, ayuda a personas mayores con trámites y acompaña a quienes se sienten solos. "Me gusta servir. Lo hago porque me llena", afirmó ante la atenta mirada de Juan y Medio.
Un testimonio de superación que llenó de emoción a Juan y Medio
Durante la entrevista en La tarde, aquí y ahora, Juan y Medio y Eva Ruiz dieron paso a una conversación íntima, sincera y muy humana. Fue entonces cuando Juan Antonio reveló aspectos de su vida que pocos conocían.
"Me han operado once veces de los pies", confesó, sin perder la sonrisa. Luego añadió: "Recibo transfusiones constantemente, lucho contra dos cánceres desde hace tres años y medio y he superado una hepatitis".
Pese a todo, su mensaje fue claro: "Soy feliz y mi objetivo es hacer felices a los que están a mi alrededor". Esa frase, dicha con naturalidad y sin rastro de autocompasión, desató las lágrimas de los presentes. La cámara incluso captó a miembros del equipo técnico secándose los ojos discretamente.
El presentador, conocido por su capacidad para conectar con los invitados, se mostró visiblemente emocionado durante la charla. "Pocas veces nos encontramos con personas como tú", dijo Juan y Medio, tras escuchar el relato completo.
Eva Ruiz, por su parte, solo pudo añadir: "Eres un ejemplo, Juan Antonio. Gracias por enseñarnos tanto en tan poco tiempo". La emoción se hizo tan palpable que el silencio tomó el plató durante varios segundos.
Juan Antonio también contó cómo encuentra fuerzas en el día a día: "Me levanto y me digo: hoy toca sonreír, pase lo que pase". Y esa mentalidad, sin duda, ha sido clave para sobrellevar una vida marcada por las pruebas más duras.
Cuando se le preguntó si teme al futuro, respondió con firmeza: "No pienso en eso. Pienso en el ahora, y en cómo seguir repartiendo alegría". Una filosofía de vida que impactó, conmovió y enseñó.
La historia de Juan Antonio Guillén, contada en La tarde, aquí y ahora de Canal Sur, ha conmovido no solo a sus espectadores, sino que también al propio Juan y Medio. Su capacidad para inspirar, incluso en los momentos más duros, demuestra que la televisión aún tiene el poder de tocar el alma.