El FC Barcelona ya tiene atado el futuro de una de sus grandes promesas: Lamine Yamal. El joven futbolista firmó este miércoles la activación oficial de su contrato hasta 2031, coincidiendo con su reciente mayoría de edad.
Pero lo que debía ser un trámite institucional acabó convirtiéndose en un momento familiar lleno de emoción. En esta segunda puesta en escena de la renovación, celebrada en las oficinas del Camp Nou, hubo un detalle que marcó la diferencia: la presencia de su abuela.
No cabe duda de que Fátima es una persona clave en la vida de Lamine Yamal. Su ausencia en la primera foto oficial se notó, además, para el jugador, fue un momento incompleto. Esta vez sí estuvo a su lado y eso hizo que el acto tuviera un valor especial.
La abuela de Lamine Yamal, un pilar clave tras el divorcio de sus padres
Fátima no es solo la abuela de Lamine. Es el verdadero sostén emocional y familiar de quien hoy brilla como una estrella del Barça. Su historia es la de una mujer que no se dejó vencer por las dificultades.
Hace más de tres décadas, dejó atrás su vida en Marruecos y se instaló en Mataró buscando oportunidades. Lo hizo sola, con coraje, y trabajó duro para traer a sus cinco hijos, uno a uno, a su nuevo hogar.

Con esfuerzo y constancia, fue levantando una familia en un entorno modesto, pero cargado de valores. Cuando el entorno de Lamine dio un giro complicado —tras la separación de sus padres cuando él apenas era un niño—, fue Fátima quien asumió el papel de figura de referencia.
Se convirtió en su apoyo diario, dándole la estabilidad que necesitaba en casa mientras empezaba a despuntar en el fútbol. Esa cercanía fue clave para que el jugador creciera sin perder el norte, pese a la velocidad con la que ha subido al estrellato.
La tierna relación de Lamine Yamal y su abuela
Hoy, mientras el nombre de Lamine Yamal suena en todo el mundo, su abuela sigue viviendo en el mismo barrio de siempre. No ha cambiado su rutina, ni se ha dejado seducir por el lujo. Prefiere seguir cerca de sus raíces, rodeada de los suyos y disfrutando del fútbol de su nieto.
Porque detrás del talento y la fama, hay historias que no salen en los resúmenes de los partidos. La de Fátima es una de ellas. Y sin duda, una de las más importantes en la carrera de Lamine.