Luis Zahera vuelve a ser protagonista tras abrir una ventana a su rincón más íntimo y personal. El intérprete gallego ha querido mostrar el espacio que resume para él la calma, la memoria y el equilibrio. Desde allí no solo se ha mostrado natural y cercano, sino que también ha compartido cuál será el lugar elegido para su jubilación.
En una etapa de plena actividad profesional, Luis reconoce la necesidad de volver a las raíces. Madrid le ofrece trabajo, estrenos y popularidad, pero Galicia es el lugar donde encuentra identidad, silencio y una conexión profunda con la naturaleza.

Galicia en el centro de su vida
Zahera ha construido una carrera reconocida en cine y televisión, pero siempre mantuvo un vínculo estrecho con su tierra natal. Pasó la mayoría de sus veranos en la Isla de Arousa, un espacio natural que marcó su infancia y le enseñó la importancia del mar, del campo y de la calma.
Aunque los rodajes lo obligan a instalarse en Madrid por temporadas, siempre regresa a su isla cuando la agenda se lo permite. El contacto con la brisa del Atlántico y el ritmo pausado de los pueblos gallegos es para él imprescindible. Por eso afirma que la isla no es solo un destino veraniego, sino una parte esencial de su identidad.
El refugio y la confesión más íntima
Su casa gallega no destaca por el lujo, pero sí para vivir momentos sencillos y llenos de significado. La fachada roja, los elementos rústicos y el porche abierto al campo reflejan su estilo de vida. Luis Zahera explica que allí se siente protegido, rodeado de detalles que cuentan su historia y refuerzan la conexión con sus orígenes familiares.
El comedor es la estancia que mejor lo representa, un lugar donde conserva recuerdos de toda su carrera y en el que pasa buena parte de su tiempo. Allí reposan estatuillas, amuletos, sombreros y fotografías que lo acompañan cada día, creando un ambiente íntimo y profundamente personal. Una mesa redonda verde, con textura envejecida, ocupa el centro y refuerza el aire acogedor del espacio, pensado para charlas largas y comidas gallegas.
Además del comedor, la vivienda cuenta con una cocina práctica que conecta directamente con el salón mediante un arco sencillo y tradicional. La madera, el mármol y la luz que entra por un ventanal permiten disfrutar de la calma, siempre con la naturaleza como telón de fondo. Un porche trasero, decorado con macetas y un banco vintage, completa la estampa de un hogar pensado para compartir tardes tranquilas y reposadas.
Una casa con identidad y futuro
Aunque la casa es pequeña, cada rincón refleja la personalidad del actor. No hay lujo, pero sí autenticidad, y eso es lo que la convierte en un refugio. Los objetos personales muestran la historia de un hombre que valora lo esencial.
Tanta es la conexión de Luis Zahera con la Isla de Arousa que, en un momento de sinceridad, ha confesado cuánto significa en su vida. "La Isla de Arousa es mi refugio, un lugar paradisíaco en el que quiero jubilarme", afirmaba emocionado.
Para Zahera, la Isla de Arousa no es un simple destino de vacaciones, sino su proyecto de futuro. Allí quiere retirarse, disfrutar de la calma y vivir de otra manera. Su plan de jubilación no pasa por el brillo urbano, sino por un rincón humilde.

