Maite Galdeano ha vuelto a escena tras varias semanas de ausencia mediática y lo ha hecho con una actitud que ha dejado sin palabras a quienes la conocen. Después de años de exposición constante y de utilizar los platós para buscar una reconciliación con su hija Sofía Suescun. Sin embargo, esta vez ha dado un giro de 180º al respecto y su respuesta ha sido completamente distinta.
Su presencia en Murcia ha despertado el interés de la prensa, especialmente tras aquel episodio en el que reaccionó de forma airada ante un reportero. Sin embargo, ahora su tono ha cambiado, aunque su decisión ha sido tajante: ya no quiere hablar del conflicto con su hija. ¿Qué ha pasado realmente para que tome este camino?

Maite Galdeano confirma un giro de 180º al no querer decir nada sobre Sofía Suescun
El rostro de Maite Galdeano volvió a captar la atención cuando fue localizada en la costa murciana, concretamente en San Pedro del Pinatar. Esta vez, lejos de entrar al trapo, Maite eligió no hablar. Y esa decisión, por inesperada, ha sido más elocuente que cualquier declaración.
"¿Sabes qué pasa? Me agobia mucho todo el mundo, la verdad", confesaba con cierta incomodidad ante las cámaras de Europa Press. La frase no pasó desapercibida. Por primera vez, Galdeano parecía agobiada por esa exposición que tanto había perseguido.
El detonante fue la mención a Sofía Suescun, ya que al escuchar su nombre, la reacción fue tajante: "No voy a hablar de eso". Ni lágrimas, ni reclamos, ni súplicas de reconciliación como en el pasado, solo silencio. Y ese silencio confirma un giro de 180º en la manera en la que Maite quiere gestionar su vínculo con Sofía.

"No voy a hablar de nada", repitió, cortando cualquier posibilidad de entrar en el tema. Incluso cuando le preguntaron si consideraba que podía haber un culpable en el conflicto familiar, su respuesta fue escapista: "Lo siento mucho, me voy a la playa, ¿vale?"
Sin embargo, soltó una frase cargada de ironía y tristeza a partes iguales: "No sé cómo estoy. Estoy como Isabel Pantoja, sin hijos". Una confesión que resume con crudeza el vacío emocional que parece atravesar.
Maite Galdeano se refugia en Murcia de su conflicto con Sofía Suescun
El distanciamiento entre Maite y Sofía no es nuevo, pero lo que más ha sorprendido es la firmeza con la que se sostiene. En agosto se cumplirá un año desde que la influencer decidió cortar toda relación con su madre. Lo hizo con contundencia, llegando incluso a emprender acciones legales.
"También por las acusaciones que está haciendo en televisión. Lo he puesto en manos de la justicia", decía entonces Kiko Jiménez, pareja de Sofía, quien también interpuso denuncia contra Maite. Desde ese momento, madre e hija no han vuelto a tener contacto.
Hasta hace poco, Maite intentaba tender puentes desde los platós, pero ahora ha dejado claro que eso forma parte del pasado. Su silencio actual es una declaración en sí misma. Una que no necesita palabras para entenderse.
Esta transformación de Maite Galdeano coincide con un cambio de vida radical. Ahora vive en un barco en la costa murciana, rodeada de tranquilidad y lejos del bullicio de los focos. Así lo reveló el programa TardeAR, que dio con su paradero gracias a un testigo que la vio en una embarcación acompañada de su perro.

Cuando las cámaras del programa la encontraron, la respuesta fue explosiva: "Fuera de aquí, no me fastidiéis la vida". Esa reacción dejó entrever una incomodidad creciente con los medios, algo que contrasta con la imagen pública que había sostenido durante años.
En esta ocasión, cuando la reportera le insinuó que ya no era como antes, Maite no lo negó: "Claro, lo notas…", reconoció. En ese momento, deslizó una afirmación reveladora: "La salud mental siempre la he tenido superbién gracias a Dios. De cabeza para arriba, menos mal que no me falla".
El silencio de Maite Galdeano habla más que cualquier entrevista. Al evitar referirse a Sofía Suescun, confirma que su relación ha cambiado para siempre. Lo que antes fue lucha mediática, ahora es renuncia emocional, dejando en el aire si alguna vez volverán a reconciliarse.