Primer plano de Marc Márquez con cabello rizado y una burbuja de diálogo vacía junto a su boca.

Marc Márquez, 32 años: ‘Cuando estoy nervioso, este truco me ayuda a calmarme’

Marc Márquez confiesa cómo logra mantener la calma en los momentos de mayor presión y revela sus hábitos más sencillos

En el mundo del motociclismo, la velocidad no lo es todo. También cuentan la concentración, la disciplina y la capacidad de mantener la calma, sobre todo en momentos de tensión. Marc Márquez ha demostrado que dominar la presión es tan importante como cruzar el primero la línea de meta.

El piloto de Cervera ha sabido reinventarse en cada etapa de su carrera. Nueve títulos mundiales lo avalan, pero su éxito va más allá de las cifras. El joven confiesa que se apoya en rutinas que fortalecen cuerpo y mente en cada entrenamiento y cada carrera.

Un motociclista sonriente con uniforme rojo y gorra azul sostiene una medalla frente a una bandera.
Cada victoria refleja el trabajo invisible de un piloto que nunca ha dejado de superarse | Europa Press

Una carrera marcada por la constancia

Desde muy joven, Marc Márquez sorprendió al mundo con su talento innato y su ambición desbordante. Con apenas veinte años ya era campeón del mundo. Aquella hazaña abrió un camino que lo convirtió en referente de MotoGP y en ídolo de millones de seguidores.

El éxito no se explica solo por el talento natural. Detrás hay un trabajo invisible y una disciplina férrea que lo acompañan cada día. Entrenamientos intensos, horas de preparación y un compromiso constante han sido claves en su trayectoria.

Marc Márquez entiende que el motociclismo no se gana solo en la pista. Los resultados se construyen antes, con pequeños hábitos que marcan la diferencia. Esa mentalidad lo mantiene competitivo incluso en los momentos más duros de su carrera.

Un hombre con gorra y camiseta de equipo de motociclismo está sentado junto a un casco rojo en un evento con el fondo que dice
La respiración consciente es su técnica para controlar la presión | Europa Press

Este es el truco que ayuda a Marc Márquez a mantener la calma

El piloto ha contado en varias ocasiones cómo controla los nervios antes de una carrera decisiva, y asegura que nunca recurre a métodos milagrosos. Su estrategia no depende de fórmulas extrañas ni secretos ocultos que otros buscan, sino de la confianza plena en rutinas simples y accesibles para todos. Marc Márquez prefiere apoyarse en recursos sencillos, pequeños gestos que cualquiera podría practicar en su vida diaria con resultados muy efectivos.

El piloto ha compartido que la respiración consciente se ha convertido en el recurso más sencillo y eficaz para mantener el control. “Cuando estoy nervioso, este truco me ayuda a calmarme”. Con solo tres o cuatro inhalaciones profundas consigue relajarse, ordenar sus ideas y afrontar cada momento decisivo con mayor claridad.

Este hábito tan sencillo se ha convertido en su aliado más fiable a lo largo de su carrera. En plena curva, mientras todo sucede a gran velocidad, Márquez busca oxigenar el cuerpo y la mente para mantener la serenidad y el control absoluto. Su método demuestra que lo básico, cuando se aplica con constancia y disciplina, puede transformarse en la herramienta más poderosa de un campeón.

Primer plano de Marc Márquez con gorra roja de Ducati y camiseta a juego sonriendo ampliamente.
Hidratación y dieta equilibrada son parte de su preparación diaria | Europa Press

Varios hábitos sostienen su éxito

Además de la respiración, Márquez concede enorme importancia a la hidratación. Consciente del desgaste, prepara su cuerpo antes de cada carrera. El calor, la tensión y la pérdida de líquidos son factores que no pueden subestimarse.

El piloto ha explicado que puede terminar una prueba casi sin beber agua. Sin embargo, insiste en que hidratarse antes de competir es fundamental. Su cuerpo está adaptado a esas exigencias, pero la prevención siempre forma parte de su preparación.

La dieta completa el círculo de su equilibrio físico y mental. Nada de suplementos milagrosos ni modas pasajeras: hidratos, carne y fruta. Lo esencial se convierte en la base de una rutina que lo acompaña dentro y fuera de los circuitos.