A sus 48 años, Martina Klein demuestra que la constancia y el cuidado son clave para conservar una figura envidiable. La modelo no solo luce unos abdominales firmes y definidos, sino que también mantiene una rutina deportiva que va mucho más allá del simple ejercicio.
En una entrevista para Telva, Martina compartió sus mejores trucos para combatir esa temida inflamación abdominal y lograr un vientre plano. Una tarea que no es fácil, especialmente tras ser madre.

Destapamos los secretos de la rutina deportiva de Martina Klein
"Mis abdominales están para dentro mientras retengo la respiración", confesó con sinceridad, dejando claro que no hay secretos mágicos, sino esfuerzo constante. "Procuro estar en forma y hacer ejercicio la mayor cantidad de veces a la semana", añadió.
Entre sus actividades favoritas están el yoga, el baile, clases de body-pump, entrenamientos HIIT, correr, caminar e incluso ejercitarse en casa. "Intento entrenar al menos tres o cuatro veces por semana durante una hora", detalló.
Pero Martina sabe que el ejercicio solo no basta para reducir el abdomen y evitar la inflamación. Por eso, sigue una alimentación muy cuidadosa, evitando el azúcar, las bebidas gaseosas y los carbohidratos refinados.
"No como pan, ni patatas fritas, ni helados, ni bebo alcohol", confesó. Sin embargo, admitió que durante el verano le cuesta evitar las cervecitas que tanto disfruta. Su dieta se basa en "comida real" centrada en verduras, frutas, carnes y pescados, alimentos que aportan energía.

Esto hace Martina Klein para cuidarse
Roberto Crespo, entrenador personal de Zagros Sports, explica que una dieta antiinflamatoria es fundamental. También recomienda beber al menos 2,5 litros de agua al día para un buen funcionamiento del organismo. Además, señala que estos hábitos mejoran el rendimiento.
Martina sigue esta recomendación con disciplina, lo que se refleja en su figura y bienestar. Aunque reconoce que "a partir de cierta edad y tras ser madre, el vientre plano es casi un espejismo", la modelo invita a la sinceridad y a aceptar los cuerpos reales.
Sus caprichos son mínimos, pero no se priva del todo, y para ella, pequeños momentos de indulgencia son parte del equilibrio. Martina Klein demuestra con su ejemplo que mantener una figura tonificada a los 48 años es posible, pero requiere compromiso, equilibrio y amor propio.