La familia de Guillermo y Kate Middleton se encuentra en el centro de la atención mediática tras una inesperada decisión. La noticia genera expectación entre expertos reales y ciudadanos por igual. Pocos esperaban que los príncipes de Gales tomaran una decisión así en pleno verano y durante la ola de calor.
Mientras el Reino Unido sufre temperaturas extremas y alertas por riesgo de incendios, las decisiones de la realeza adquieren un nuevo nivel de relevancia. Los ciudadanos siguen atentos cada movimiento de la pareja, que combina su vida familiar con responsabilidades públicas. La elección de su residencia de verano tiene implicaciones tanto por seguridad como por tradición.

Una alerta por calor extremo y riesgo de incendios
El Reino Unido vive su cuarta ola de calor del verano y se han registrado temperaturas de hasta 34 grados. La agencia británica de seguridad sanitaria emitió una alerta naranja en varias regiones del país. Aquellos que habitan cerca de bosques deben extremar precauciones, como ocurre con la residencia de Guillermo y Kate en Adelaide Cottage.
Esta casa se encuentra en los terrenos de Windsor, dentro del Home Park, rodeada de extensos espacios verdes. Adelaide Cottage fue diseñada en 1831 y reformada en 2015, conservando su estructura original y mejorando sistemas de climatización. La ubicación, aunque pintoresca, implica un riesgo evidente ante las altas temperaturas y la cercanía de zonas boscosas.
Los antecedentes no son tranquilizadores, pues hace 33 años, un incendio devastó parte del castillo de Windsor, afectando salones históricos y colecciones artísticas. La experiencia de aquel suceso mantiene alerta tanto a la familia real como a los servicios de emergencia. El riesgo de incendio en Adelaide Cottage amenaza no solo el hogar de William y Kate, sino también su importante valor histórico.
El príncipe Guillermo podría tomar una drástica decisión ante esta situación
Según fuentes cercanas, Guillermo podría estar evaluando trasladar a su familia a otra residencia en Windsor. Adelaide Cottage, aunque cómoda, limita espacio para la familia con tres hijos. El castillo de Fort Belvedere, cercano a su actual domicilio, se perfila como una alternativa más amplia y segura.
Fort Belvedere cuenta con cancha de tenis, piscina, huerto, invernadero y varias casas auxiliares, adaptándose a las necesidades de la pareja. La propiedad combina privacidad y funcionalidad, ofreciendo un entorno seguro ante la alerta por incendios. Este cambio también permitiría a la familia mantener la tradición de residir en terrenos reales amplios y protegidos.

El traslado, si se concreta, marcaría un paso estratégico en la vida de los príncipes de Gales. No se trata solo de comodidad, sino de gestionar riesgos y preservar la seguridad de los hijos. La decisión ha generado alarma en Kensington Palace, ya que pone de manifiesto la verdadera gravedad de la situación.
Tomar esta decisión no ha sido sencillo para el príncipe Guillermo, ya que actualmente disfruta de sus vacaciones junto a Kate y sus hijos. Entre juegos y paseos, sigue muy pendiente de las alertas meteorológicas y de las noticias sobre el calor extremo que afecta al Reino Unido. Su objetivo es evaluar cuidadosamente la situación antes de tomar una decisión definitiva.