El próximo martes, 22 de julio, el príncipe George de Inglaterra cumplirá 12 años. Este cumpleaños marca un momento clave en la vida del hijo del heredero al trono británico. Aunque para muchos sea solo un año más de edad, en la familia real británica tiene un significado especial.
Desde hace décadas existe una norma no escrita en la realeza que obliga a los herederos a cambiar ciertos hábitos al cumplir esa edad. George y Guillermo deberán prepararse para esta nueva etapa que no será nada fácil.

El príncipe George hace un gran paso hacia la madurez
El próximo 22 de julio marcará para George no solo un cumpleaños, sino un cambio significativo en su vida. Esta norma no escrita representa un paso hacia la madurez y las responsabilidades que conlleva ser parte de la familia real.
Aunque la medida pueda parecer un fastidio para la familia, es un reflejo de la necesidad de proteger la línea de sucesión y garantizar la estabilidad del reino. George y Guillermo afrontan juntos este momento, conscientes de la importancia que tiene para el futuro.
El príncipe George empieza así a asumir las reglas que marcarán su vida adulta. Mientras, su padre, el príncipe Guillermo, se prepara para apoyar y guiar a su hijo en este nuevo capítulo.

Para el príncipe George, cumplir 12 años y tener que asumir esta norma será un momento complicado. Jennie Bond, experta en la casa real británica, destaca que para un niño, esta medida representa un recordatorio de sus responsabilidades como heredero.
“Esto muestra claramente cómo se va forjando su destino y lo diferente que es de los demás niños. Debe ser difícil de aceptar para alguien tan joven”, añade Bond. La separación obligatoria en ciertos viajes podría afectar su relación cercana con su padre.
Guillermo, por su parte, también tendrá que adaptarse a este cambio. La familia real británica siempre ha sido muy unida, y este nuevo distanciamiento en los desplazamientos supone un reto emocional para ambos.

Una norma de seguridad que pesa en la familia
Esta regla no escrita establece que, cuando un heredero cumple 12 años, debe dejar de viajar junto a su progenitor en ciertos medios de transporte. La razón principal es la seguridad: si uno de los dos sufriera un accidente, el otro estaría protegido y la línea de sucesión asegurada.
Aunque la norma se ha seguido rigurosamente durante años, no hay consenso sobre si se aplica a todos los tipos de transporte o solo a los vuelos, como aviones y avionetas. En tierra o en barco, la regla podría no ser tan estricta.
Bond, comenta que esta medida se aplicaría sobre todo a los vuelos. También señala que, pese a entender la importancia, será complicado para la familia adaptarse: “Va a ser un fastidio para ellos porque son muy unidos y disfrutan viajando juntos”, dice Bond.

¿Una tradición inamovible o una costumbre a reconsiderar?
Aunque la norma está arraigada, no está claro si el príncipe Guillermo seguirá la tradición al pie de la letra. Bond opina que Guillermo es una persona autosuficiente y práctica, lo que podría llevarle a cuestionar esta costumbre.
Ella menciona que algunas estadísticas sugieren que volar es más seguro que conducir, lo que podría influir en la decisión de Guillermo para mantener o no esta regla. Por ahora, habrá que esperar para ver si la tradición se mantiene o si se adapta a los tiempos modernos.
Esta posible excepción muestra cómo la monarquía busca un equilibrio entre seguridad y modernidad. Mantienen el protocolo y la tradición, pero también quieren adaptarse a los tiempos actuales.