Tras poner fin a una de las carreras más legendarias del deporte, Rafa Nadal ha comenzado a escribir un nuevo capítulo en su vida. El extenista mallorquín es el protagonista del primer episodio de una serie de podcasts lanzada por NDL PRO-HEALTH y Cantabria Labs.
Este proyecto solidario reunirá a figuras de la salud, el deporte y el mundo empresarial. De esta manera, busca recaudar fondos para iniciativas sociales de la Fundación Rafa Nadal y la Fundación Cantabria Labs.

La nueva vida de Rafa Nadal
En este contexto, Rafa Nadal se ha abierto como pocas veces sobre su día a día tras dejar el circuito profesional. Lejos de los torneos y la presión, confiesa que aún está adaptándose. "Es difícil de decir todavía cómo es mi día a día, porque no hay una rutina como había antes".
"Es un periodo de ir haciendo muchas cosas y también de ir entendiendo un poquito qué es lo que me gusta más y menos. La adaptación ha sido buena, rápida, de momento feliz, pero todavía no he tenido la capacidad de establecer una rutina diaria", ha explicado.
Pese a haber colgado la raqueta, Nadal no ha abandonado el deporte. "Después de la retirada estuve unos meses que hacía píldoras muy pequeñitas, la verdad. Y ahora he vuelto a retomar un poquito, no el tenis, que en algún momento volveré a jugar al tenis".
"No he cogido la raqueta, pero lo que sí estoy haciendo es recuperar un poco el cuerpo, haciendo gimnasio tres veces a la semana. Entreno de 8:30 a 10 de la mañana, porque si lo dejo para última hora, siempre hay excusas para no cumplir".

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Además del gimnasio, combina rutinas de fuerza y cardio, y mantiene ejercicios específicos para proteger hombros y rodillas. Y aunque entrenar ya no es una obligación profesional, sí lo es madrugar: "Ahora tengo al niño que me despierta", cuenta entre risas.
La paternidad ha cambiado su ritmo de vida. "Me gusta ir a buscar al niño al cole, lo hago todas las veces que puedo". La llegada de su hijo no ha transformado su visión del mundo, pero sí ha impactado su estilo de vida.

"Lo que yo creía de: 'voy a terminar mi carrera y voy a jugar al golf cuatro veces por semana o cinco'... Pues al final, por trabajo y porque te apetece estar en casa con él, termino jugando dos".
Nadal también ha revelado su afición por la cocina y su amor por el mar: "Me gusta cocinar de vez en cuando. El pescado, aquí hacemos el arroz de pescado, sopa de pescado... El arroz de pescado es típico de aquí, lo hacemos como los pescadores de toda la vida".

"Si estoy con amigos y tengo que estar tres horas en la cocina, lo hago encantado". Eso sí, admite su debilidad: "¿Capricho? Casi todos los días, me gusta mucho el chocolate, además con leche, por desgracia".
Aunque no se plantea aún ser entrenador, no descarta nada: "No se sabe... Es difícil, la verdad, no me veo a día de hoy, tengo demasiadas cosas como para pensar en eso ahora. Pero el tenis es una parte de mi vida, por lo que no digo que no a lo que pueda pasar en unos años".