Siempre se ha dicho que el príncipe Harry tenía una buena relación con su abuela, la reina Isabel II. Ella parecía apreciar su carácter algo rebelde y sus andanzas. Sin embargo, esta cercanía habría cambiado durante los preparativos de su boda con Meghan Markle.
La información proviene de una conversación entre Lady Elizabeth Shakerley, organizadora de eventos y prima de la reina, y la monarca. Según esta charla, Harry fue «grosero con su abuela durante diez minutos» por los planes de boda. La reina quedó molesta por no haber sido consultada para el gran día, según revela la periodista Sally Bedell Smith.

En febrero de 2018, Lady Elizabeth conoció a Meghan y la describió como una mujer «llena de encanto». Sin embargo, Meghan y Harry no querían que Lady Elizabeth organizara la boda. Harry le explicó que «iban por otro camino» y que la reina estaba de acuerdo, aunque esta lo negó luego.
La boda y sus complicaciones
La reina Isabel II se mostró consternada cuando Harry pidió al Arzobispo de Canterbury oficiar la boda sin consultar al Decano de Windsor. Esto rompía con las tradiciones de la familia real y fue una falta de respeto. Lady Elizabeth afirmó que esto dañó la relación entre Harry y su abuela.
La organizadora, que murió en 2020, contó que la reina estaba triste y disgustada. «Me impactó mucho cuando la Reina me lo contó», dijo Lady Elizabeth. Además, no sabía que Harry había sido grosero con Isabel II en una conversación privada.
Harry y Meghan tomaron el té con la reina poco antes de la boda. La monarca quería saber detalles del vestido de novia, pero Meghan no quiso contarle nada. Esto aumentó aún más las tensiones familiares.

Tensiones con otros miembros de la familia
La reina también expresó preocupación por las tensiones entre Meghan Markle y Kate Middleton. Esta rivalidad habría complicado más la atmósfera familiar. La distancia entre Harry y la familia real se empezó a notar desde entonces.
El cambio en la relación llegó en un momento clave para la monarquía. La boda fue seguida con atención mundial, pero en privado hubo problemas. La tensión entre Harry y la reina muestra un lado más humano de la corona.
Aunque Harry siempre ha mostrado respeto públicamente, estas revelaciones apuntan a momentos difíciles. La historia familiar tiene luces y sombras, y esta es una de ellas.

Un giro inesperado en la relación
Este episodio demuestra que incluso las familias más famosas tienen conflictos. La monarquía, con su protocolo, no está exenta de tensiones personales. Las diferencias en la organización de la boda mostraron una brecha con la reina.
Lady Elizabeth, con mucha experiencia, quedó sorprendida por la actitud de Harry. Ella lamentó el daño a una relación que parecía cercana. Su testimonio aporta una nueva visión sobre los problemas en la familia real.
La historia resalta la importancia de la comunicación y el respeto. El distanciamiento no fue solo personal, sino también por decisiones que afectaron tradiciones. Esto da más profundidad a lo que se ve en público.

Reflexiones tras la boda
Desde entonces, Harry y Meghan tomaron decisiones que los alejaron aún más de la familia real. Su salida del Reino Unido marcó un antes y un después. Estas revelaciones ayudan a entender mejor su distanciamiento.
La relación con la reina es solo una parte de un panorama complicado. Los rumores y tensiones siguen siendo noticia para el público. Este episodio confirma que hubo fricciones profundas.
En definitiva, esta historia muestra que nadie está libre de conflictos, ni siquiera la realeza. La relación entre Harry y su abuela refleja los retos familiares universales. La corona también tiene sus sombras.