La monarquía danesa vive un tiempo de renovación desde que Federico y Mary asumieron como reyes tras la abdicación de la reina Margarita. El relevo generacional no solo ha supuesto un cambio en la institución, también ha puesto a sus hijos en el centro de las miradas.
El heredero al trono, Christian, concentra gran parte de la atención pública, pero no es el único que despierta interés. Su hermana Isabella, que acaba de cumplir 18 años, se ha convertido en protagonista de numerosas conversaciones por la forma en que combina su vida privada con la creciente exposición mediática.

Una joven con estilo propio
Isabella nació en abril de 2007 y ocupa el segundo lugar en la línea de sucesión al trono danés. Es la segunda hija de Federico y Mary, hermana menor de Christian y mayor que los mellizos Josephine y Vincent. Su posición le otorga relevancia institucional, pero también cierta libertad.
En sus apariciones públicas, Isabella ha mostrado un estilo personal que no ha pasado desapercibido. Sus elecciones de vestuario han sido aplaudidas y comparadas con las de otras princesas europeas de su edad. Los medios daneses la destacan como un referente emergente de moda y elegancia juvenil.
Más allá de la imagen, la princesa mantiene una vida propia marcada por la naturalidad. Estudia en el Oregard Gymnasium, un centro prestigioso en la ciudad de Hellerup, al sur de Copenhague. Sus compañeros la describen como una joven cercana, aplicada y con gran sentido del humor.

La verdad sobre su vida cotidiana
Lo que realmente ha sorprendido en los últimos meses es cómo la vida cotidiana de Isabella ha empezado a trascender más allá de palacio. Lo que para la reina Mary es simplemente el día a día de una adolescente, se ha convertido en noticia, ocupando portadas internacionales. La soberana, sorprendida por esta repercusión, reconoce que se ha quedado sin palabras.
Medios de comunicación daneses y europeos se han hecho eco de detalles de la vida personal de Isabella. Su presencia en TikTok, donde comparte vídeos con humor y espontaneidad, ha llamado la atención de un público joven y ha desatado comentarios positivos. La naturalidad con la que se muestra en redes sociales refuerza la imagen de cercanía.
El deporte también forma parte de esa faceta que ahora es observada con lupa. Isabella practica hockey y equitación, actividades que muestran disciplina y energía. Lo que para la reina Mary es una rutina saludable y común en su hija, para la prensa se ha transformado en el retrato de una princesa moderna.

Un futuro lleno de posibilidades
A sus 18 años, Isabella se encuentra en una etapa decisiva. Tras finalizar sus estudios secundarios, podría optar por un año sabático antes de ingresar en la universidad, como ya han hecho otras jóvenes royals europeas. Esta decisión marcará el rumbo de sus próximos años.
En el plano institucional, se espera que incremente su presencia en actos oficiales. Aunque su hermano Christian es el heredero, ella podría asumir un papel de mayor visibilidad. La Casa Real danesa ya ha dado señales de que los hijos mayores del rey tendrán un papel activo en la representación pública.
Mientras tanto, Isabella disfruta de un equilibrio poco común entre deber y libertad. La discreción de su familia y la cercanía de la reina Mary han sido claves para que la joven pueda desarrollarse sin excesivas presiones. Ese apoyo, unido a su carácter independiente, le abre un futuro lleno de posibilidades.

