En el entorno empresarial, Tesla suele ser sinónimo de innovación y riesgo calculado, especialmente bajo el liderazgo de Elon Musk. Uno de sus movimientos más recientes ha logrado sorprender incluso a quienes siguen de cerca cada paso de la empresa. Lo que parecía una idea lejana, ahora empieza a concretarse con pasos firmes.
Elon Musk ha confirmado que Tesla ya ha iniciado el despliegue de sus robotaxis en Austin, Texas. La iniciativa arranca con una pequeña flota de vehículos autónomos que circularán sin conductores. El plan contempla una expansión progresiva hacia otras ciudades de Estados Unidos, siendo San Francisco uno de los destinos clave en esta nueva etapa.

El inicio de una nueva era en la movilidad
Durante una entrevista con CNBC, Musk detalló que el lanzamiento comenzará con apenas diez vehículos en circulación. Estos coches serán modelos Y, equipados con el sistema Full Self Driving en su versión más avanzada, conocida como FSD Unsupervised. Cada vehículo estará geolocalizado, lo que significa que no podrá salir del área urbana de Austin.
La medida más llamativa es que estos robotaxis no tendrán ningún tipo de operador dentro del vehículo, en caso de incidentes, no habrá una persona al volante lista para intervenir. Musk defendió esta decisión argumentando que habrá una vigilancia constante del comportamiento de los autos. Según él, a medida que aumente la confianza en el sistema, se reducirá la necesidad de supervisión externa.
El anuncio ha generado tanto entusiasmo como preocupación. Aunque Tesla ya llevaba años prometiendo vehículos completamente autónomos, esta es la primera vez que lo pone en práctica sin personal de seguridad a bordo. El objetivo es claro: escalar esta tecnología hasta lograr miles de unidades funcionando simultáneamente.

Competencia directa con Waymo y el reto de Musk
Tesla entra ahora en competencia directa con Waymo, empresa de Alphabet, que ya lidera el sector de transporte autónomo. Waymo registra hasta 250.000 viajes a la semana y tiene en San Francisco su principal centro de operaciones, revela Mundo Deportivo. Allí, sus autos Jaguar I-PACE funcionan mediante aplicación móvil y cuentan con supervisores humanos como respaldo.
La diferencia entre ambas propuestas es clave. Mientras Waymo mantiene un enfoque más prudente, Tesla apuesta por una estrategia mucho más arriesgada y ambiciosa. Musk cree que este es el momento de marcar distancia con sus competidores, lanzando un modelo sin intervención humana desde el primer momento.
Para lograr sus objetivos, el empresario planea mantenerse al frente de Tesla durante al menos cinco años más. Su intención es consolidar el liderazgo de la compañía en el ámbito de la movilidad autónoma. Con esta jugada, Musk quiere cambiar para siempre la manera en la que nos movemos por las ciudades.