Viajar con equipaje de mano ha sido durante años la opción preferida por millones de pasajeros. Evitar colas en el mostrador, saltarse la espera en la cinta y tenerlo todo a mano suena demasiado bien. Pero todo apunta a que esta comodidad podría estar llegando a su fin.
American Airlines está a punto de anunciar una revisión completa de su política de equipaje. El motivo principal es adaptarse a nuevas normativas internacionales, que ya se están aplicando en Europa desde septiembre de 2024. Entre los cambios previstos destacan una reducción en las medidas permitidas y un aumento en los controles, lo que afectará directamente a quienes viajan con equipaje de mano.

American Airlines aplicará medidas más estrictas y menos margen de error
Hasta ahora, American Airlines permite llevar una pieza de equipaje de mano de 56 x 36 x 23 cm y un objeto personal más pequeño. Aunque esas cifras se han mantenido estables durante mucho tiempo, ya no serán suficientes. Fuentes cercanas a la aerolínea aseguran que las nuevas dimensiones serán más reducidas, especialmente en vuelos internacionales.
El aeropuerto de Miami, que es uno de los principales puntos de entrada a Estados Unidos, ha comenzado a aplicar medidas más estrictas desde principios de este año. Cientos de maletas han sido rechazadas por superar el tamaño permitido por apenas uno o dos centímetros. Y este cambio de American Airlines, aunque todavía no es oficial, está causando molestias entre los viajeros frecuentes.
Las previsiones indican que American Airlines modificará su política antes de que acabe 2025, según informa TheTravel. La nueva normativa podría obligar a miles de pasajeros a facturar sus maletas, pagando un extra por algo que hasta ahora era gratuito. Este cambio no solo afectará al tamaño, sino también al número de bultos permitidos.

Siguiendo la normativa europea, los pasajeros podrán llevar a bordo dos tipos de bultos: una mochila o bolso de mano, y una maleta pequeña. Cabe destacar que las mochilas o bolsos deben ser lo suficientemente pequeños como para caber debajo del asiento delantero, con unas medidas máximas de 18 x 14 x 8 pulgadas.
Una decisión que tiene fines logísticos y comerciales
Más allá del cumplimiento normativo, hay razones comerciales detrás de este giro. Facturar equipaje representa un ingreso importante para las aerolíneas: según datos de la IATA, en 2023 las tasas por maletas generaron más de 33.000 millones de dólares en todo el mundo. Reducir el equipaje de mano aumenta el número de bultos facturados y, con ello, sus beneficios.
Además, los compartimentos superiores de la cabina se llenan con rapidez, lo que ralentiza el embarque y provoca discusiones entre pasajeros. Las nuevas reglas también buscan evitar estos conflictos. Si menos personas suben maletas grandes al avión, el proceso será más fluido, aunque el coste recaiga en los clientes.

A esto se suma una nueva ola de restricciones por parte de la TSA. Objetos como aerosoles fuertes, baterías de litio grandes o incluso botellas con alto contenido alcohólico están prohibidos. Estas limitaciones refuerzan la idea de que lo más práctico será reducir el equipaje al mínimo.
Por ahora, estos cambios aún no se han hecho oficiales, pero todo apunta a que se implementarán en los próximos meses. Delta, Southwest y WestJet también se preparan para adoptar medidas similares en 2025. Por tanto, conviene adelantarse.