En el mundo de los postres, hay combinaciones que nunca fallan: un pastel de chocolate, una tarta de manzana o una banana split en verano. Y por supuesto, los donuts ocupan un lugar especial entre los clásicos. Krispy Kreme y Dunkin Donuts, dos gigantes en este universo, luchan día a día por mantener el liderazgo con propuestas originales y promociones llamativas.
Ambas cadenas están acostumbradas a lanzar productos de edición limitada para captar la atención del público. Sin embargo, esta vez ha sido Krispy Kreme quien ha sorprendido con una doble jugada: una nueva colección de donuts que mezcla dos clásicos irresistibles y una promoción muy bien pensada. Esta combinación no solo ha llamado la atención de los clientes, sino que ha puesto en aprietos a su principal competidor.

Un trío de sabores inspirado
Desde el 22 de abril, Krispy Kreme ha lanzado su nueva Craving Cheesecake Collection. Esta colección reúne tres donuts nunca antes vistos, todos con inspiración en la clásica tarta de queso. Se trata de una propuesta que une dos postres icónicos en una sola experiencia.
Entre las opciones se encuentra el Strawberry Dream Cheesecake Doughnut, relleno con crema de sabor cheesecake, glaseado con fresa y cubierto con crujiente de galleta de frutos rojos. El Cookies & Kreme Cheesecake Doughnut incluye un relleno cremoso de tarta de queso con galletas, está cubierto de glaseado blanco, con trozos de galleta de chocolate y azúcar glass. Por último, el Caramel Delight Cheesecake Doughnut ofrece una base de canela, cubierto con crema de cheesecake, caramelo y un hilo de sirope encima.

Estos productos están disponibles de forma individual o en cajas de una docena. También pueden conseguirse a través de la web y la app oficial, tanto para entrega como para recogida. En algunos supermercados seleccionados, además, se venden en packs de seis unidades, lo que amplía su alcance a nuevos clientes.
Una jugada estratégica que toma por sorpresa
Pero eso no fue todo, apenas unos días antes, el 15 de abril, Krispy Kreme aprovechó el Día de los Impuestos en Estados Unidos para lanzar una promoción. Al comprar una docena de donuts Original Glazed, los clientes recibían una segunda por el valor del impuesto local sobre ventas. El importe variaba según el estado, pero siempre resultaba muy económico.
Además, la marca ofreció una opción digital: al hacer un pedido online e ingresar el código “TaxBreak”, la segunda docena era totalmente gratuita. Esta promoción estaba disponible para recogida o entrega, lo que facilitó el acceso a más personas. Frente a esto, Dunkin Donuts no presentó ninguna oferta ese día.

Esta diferencia no pasó desapercibida. Mientras Krispy Kreme logró conectar emocionalmente con el público en un día estresante, su competidor mantuvo silencio. El resultado fue una victoria en imagen y presencia para una de las marcas más dulces del país.