Movistar sigue mostrando interés en crecer dentro y fuera de España. Su último objetivo parece ser nada menos que Vodafone, uno de sus principales rivales. La idea de una posible compra está sobre la mesa y los movimientos de la compañía española lo confirman.
Sin embargo, la operación no será nada fácil. Vodafone no está en venta a cualquier precio, y Orange tampoco está dispuesta a quedarse de brazos cruzados.
En los últimos días, Movistar ha contratado los servicios de AZ Capital, una firma especializada en asesoramiento financiero. Desde la compañía insisten en que solo se trata de estudios preliminares y rumores sin confirmar. Pero esta decisión podría ser clave para futuras adquisiciones.

Movistar se encuentra con muchos obstáculos
Todo apunta a que Movistar está preparando el terreno para hacer grandes movimientos en el sector de las telecomunicaciones. No obstante, hay muchos obstáculos por delante. Vodafone España ha experimentado un fuerte repunte en la Bolsa.
Desde que se empezó a hablar de la posible compra, su valor no ha hecho más que subir. Solo en lo que va de año, su revalorización ha superado el 70 %.
Este crecimiento pone a Movistar en una situación complicada. Y es que cuanto más sube el valor del operador rojo, más difícil y costosa se vuelve su adquisición.
Además, el fondo británico Zegona, actual propietario de Vodafone España, no parece tener prisa por vender. La capitalización bursátil de la empresa se sitúa por encima de los 5.400 millones de euros, superando ya lo que pagó el fondo por ella. A eso se le suma la deuda y la prima que habría que ofrecer, lo que hace que el precio final pueda superar fácilmente los 9.000 millones.

Orange también tiene mucho que decir
Y no hay que olvidar otro factor importante: la competencia. Orange ve con muy malos ojos la posibilidad de que Movistar se haga con Vodafone. Si esta operación se concreta, el panorama del mercado español cambiaría drásticamente, quedando solo dos grandes operadores dominantes.
Esto no solo supondría un golpe para Orange, sino que también podría levantar alertas en Bruselas. Ya fue difícil en su día que aprobaran la fusión entre Orange y MásMóvil. Por lo que reducir aún más la competencia podría encontrar fuertes barreras regulatorias.
Aunque Movistar quiere seguir creciendo y ha comenzado a mover fichas, se enfrenta a una carrera llena de obstáculos. El fuerte crecimiento bursátil de Vodafone, la postura de Zegona y la posible oposición de Orange hacen que esta posible compra esté lejos de ser una realidad.