En los últimos años, encontrar cadenas de restaurantes que ofrezcan comida saludable y económica se ha vuelto cada vez más difícil. Muchas de estas cadenas habían logrado crecer rápidamente gracias a esa propuesta de valor. Sin embargo, no todas han conseguido mantener su ritmo frente a la competencia y los desafíos económicos.
La cadena Salad and Go, conocida por sus ensaladas, wraps y desayunos, ofrece sus productos por menos de 11 dólares. Pero sus precios accesibles no han sido suficiente atractivo para mantener abiertas todas sus ubicaciones. La compañía ha decidido cerrar permanentemente 41 restaurantes en todo Estados Unidos para centrarse en mercados más rentables.

Varios cierres programados y mercados afectados
Las regiones donde se verán los cierres son Houston, Austin, San Antonio, Dallas-Fort Worth y Oklahoma. Los restaurantes en Phoenix, Tucson y Las Vegas continuarán operando con normalidad. Según empleados en Houston, que hablaron con Chron, se supone que su último día de actividad fue el 19 de septiembre, aunque no se han confirmado todas las fechas de cierre.
El objetivo de Salad and Go con estas medidas es concentrar sus esfuerzos en fortalecer la marca y mejorar la calidad de sus productos. Según su CEO, Mike Tattersfield, la compañía busca innovar y reforzar el vínculo con la comunidad en los mercados donde obtiene mejores resultados. Esta estrategia también forma parte de un replanteamiento más amplio para asegurar un crecimiento sostenible.

Expansión y adaptación del modelo de negocio
Desde su fundación en 2013 en Arizona, Salad and Go ha destacado por su formato de restaurantes drive-thru, con locales pequeños que pueden ocupar apenas 750 pies cuadrados. Este modelo ha permitido a la cadena duplicar casi su presencia física en los últimos dos años. En 2024, la compañía abrió su cocina central en Garland, Texas, capaz de abastecer 500 locales, ahora reduce su presencia en varias ciudades del estado.
Los cambios en la dirección también han marcado la reciente trayectoria de la empresa. Mike Tattersfield asumió como CEO en abril de 2025, tras la salida de Charlie Morrison, y se convirtió en propietario minoritario. Los cierres anunciados podrían formar parte de su estrategia para centrar recursos en los mercados con mayor potencial y ajustar la operación frente a un entorno competitivo cada vez más exigente.
El sector de la restauración rápida en Estados Unidos ha sufrido en los últimos años por la disminución del tráfico de clientes y el aumento de los costes de los alimentos. Grandes cadenas como Denny's, TGI Fridays y Applebee’s han tenido que cerrar múltiples locales o recurrir a la bancarrota. Incluso con precios más bajos, Salad and Go enfrenta la competencia de combos económicos de otros gigantes, lo que dificulta que sus ensaladas de 10 dólares puedan competir de manera efectiva.

