T-Mobile atraviesa una grave crisis tras destaparse un escándalo relacionado con sus tiendas TPR, que están gestionadas por distribuidores externos. Estas tiendas, aunque sí utilizan el nombre y la imagen de la operadora, no están directamente bajo su control, lo que ha permitido que surjan prácticas comerciales cuestionables.
En particular, los mayores de 55 años, un grupo que se beneficiaba de un plan asequible, se han visto especialmente perjudicados. Se trata de una tarifa que ofrece dos líneas por 30 dólares cada una, diseñada para aligerar las facturas telefónicas de las personas mayores. Sin embargo, la situación ha empeorado considerablemente debido a las malas prácticas en las tiendas TPR, donde algunos de sus clientes se han encontrado con obstáculos para acceder a este plan.

Prácticas comerciales cuestionables en las tiendas TPR
Las tiendas TPR son gestionadas por terceros, pero T-Mobile no ha evitado los efectos negativos de estas prácticas. Arch Telecom, uno de los distribuidores más grandes dentro de la red TPR, está en el centro del escándalo. Según denuncias, los vendedores se ven presionados para evitar ofrecer el plan para mayores de 55 años.
Este plan no es rentable para las tiendas. Por esta razón, las tiendas prefieren promover otros planes más caros. La presión para cumplir metas de ventas ha dejado desmotivados a los empleados, quienes se sienten atrapados entre sus obligaciones y los deseos de los clientes.
Algunos empleados de Arch han revelado que se les exige promover estos planes más caros. Esto, a pesar de que los clientes mayores buscan algo más asequible. Esta presión ha creado un ambiente de trabajo tóxico y desmoralizante.

La falta de intervención de T-Mobile agrava la crisis
Lo más preocupante es la falta de intervención de T-Mobile en todo este escándalo. A pesar de que las tiendas TPR operan bajo su marca, la operadora no ha tomado medidas. Esto ha desencadenado una gran decepción entre los usuarios, que se sienten traicionados por una empresa en la que confiaban.
Con miles de quejas circulando en redes sociales, T-Mobile enfrenta una crisis de reputación. Los clientes leales se han visto perjudicados por la falta de control en sus tiendas externas. Los consumidores ahora se preguntan si la compañía tomará medidas o dejará que estas malas prácticas continúen.
Las quejas siguen creciendo a medida que los clientes enfrentan dificultades en las tiendas TPR. T-Mobile debe tomar decisiones importantes para evitar una mayor crisis. La situación podría poner en riesgo la relación de la operadora con millones de usuarios en Estados Unidos.