Orange ha dado un paso importante que no solo refuerza su posición financiera, sino que también trae tranquilidad a su socio Vodafone. La compañía, a través de MasOrange, ha conseguido cerrar una operación clave que beneficia a ambos actores del mercado de las telecomunicaciones en España. Se trata de una importante inyección de liquidez por valor de 11.000 millones de euros.
La operación ha sido posible gracias a un grupo formado por casi 20 bancos, que han decidido apoyar a MasOrange en dos frentes. Por un lado, se destinarán 6.250 millones de euros a mejorar su situación financiera actual. Esta parte del dinero servirá para optimizar la estructura de deuda de MasOrange y reducir su coste.
Esto significa que podrá operar con más flexibilidad y menos presión financiera. En un contexto donde los tipos de interés han comenzado a estabilizarse, esta refinanciación llega en un momento muy favorable para la compañía.

Orange da los primeros pasos
Por otro lado, los 4.750 millones de euros restantes tienen un propósito muy concreto. Básicamente apoyar el desarrollo de la futura infraestructura de fibra óptica que MasOrange creará en conjunto con Vodafone España. Esta joint venture, que busca revolucionar el acceso a internet de alta velocidad en el país, ya cuenta con el respaldo necesario para empezar a tomar forma.
Lo más destacado es que la financiación obtenida para este proyecto se ha estructurado con el objetivo de alcanzar una calificación de grado de inversión. Se trata de un sello de calidad financiera que demuestra la solidez del plan y la confianza del mercado en su éxito.
Para Vodafone, que comparte con Orange la visión de una red compartida más eficiente y robusta, esta noticia representa un alivio. Asegura que la hoja de ruta de la joint venture sigue adelante y que cuenta con el músculo financiero suficiente para ejecutarse según lo previsto. Además, todos los ingresos que MasOrange genere con esta operación se destinarán a reducir deuda.

Orange va por el camino correcto
Es importante recordar que en marzo MasOrange ya había dado un primer paso en esta dirección. Y es que reestructuró parte de su deuda mediante un préstamo de 4.300 millones de euros con vencimiento en 2031, lo que ya supuso una mejora en sus condiciones financieras. Con esta nueva operación, el nivel de apalancamiento de la empresa, que se encontraba en 4,5 veces su EBITDA, continuará reduciéndose.
Por lo tanto, este nuevo movimiento de Orange no solo fortalece a MasOrange, sino que también envía un mensaje claro de estabilidad y compromiso a Vodafone. La cooperación entre ambos operadores sigue firme, con una visión común centrada en el desarrollo de infraestructuras clave como la fibra óptica.