El supermercado Walmart, uno de los más populares en Estados Unidos, enfrenta un nuevo boicot que amenaza su negocio. Esta vez, la protesta está relacionada con las tarifas arancelarias implementadas por Donald Trump, que han provocado un aumento en los precios. Los consumidores, cansados de pagar más por los mismos productos, han comenzado a organizarse para expresar su descontento y presionar a la empresa.
La raíz del conflicto: las tarifas y los precios en alza
La principal razón detrás de este boicot es el incremento injustificado de los precios en Walmart. Según reportes, Doug McMillon, CEO de la cadena, reconoció que las tarifas impulsadas por Trump dificultan mantener precios bajos. Aunque el gobierno redujo algunas tasas de importación, Walmart no puede absorber por completo los costos adicionales.

Este aumento afecta principalmente a los sectores con ingresos más bajos, lo que ha generado un creciente malestar entre los clientes. Durante este año, las visitas a las tiendas de Walmart han disminuido: 5.9% en febrero y 4% en marzo, aunque abril mostró un repunte del 4.5% relacionado con la Pascua. Sin embargo, las ventas de productos electrónicos y artículos para el hogar continúan en descenso.
Walmart sigue ganando, pero la tensión crece
A pesar de la caída en visitas y ventas, Walmart reportó ganancias importantes. En el primer trimestre de 2025, sus ingresos operativos en Estados Unidos alcanzaron los 5.7 mil millones de dólares, un aumento del 7% respecto al mismo periodo del año anterior. Esta paradoja entre ganancias y boicot refleja la complejidad del escenario actual.
La presión sobre Walmart ha aumentado y ahora se extiende más allá del supermercado principal. The People’s Union USA, grupo que lidera esta protesta, ha convocado un boicot dirigido no solo a Walmart, sino también a todas sus filiales: Sam’s Club, Walmart+ y Walmart Pharmacy.

El boicot y las advertencias a Walmart
El objetivo del boicot es frenar el consumo como forma de protesta y exponer lo que consideran “prácticas corruptas y abusivas” que afectan la economía de todos los ciudadanos comunes. El fundador del grupo, John Schwarz, advirtió que si las compañías no cambian sus políticas, los boicots serán “más fuertes y más largos” después del 4 de julio.
Hasta ahora, la organización ha participado en boicots contra empresas como Amazon y General Mills. Además, advirtieron que si no se producen cambios, otras grandes compañías como Target y McDonald’s podrían ser las siguientes en enfrentar protestas similares.