Barcelona ha experimentado en los últimos años un notable cambio en su mapa comercial. Numerosos espacios conocidos han desaparecido o se han transformado para seguir el ritmo de las nuevas formas de consumo. Ahora, uno de los cierres más comentados afecta a un establecimiento situado en una zona muy céntrica de la ciudad.
El Grupo El Corte Inglés ha decidido cerrar definitivamente su supermercado Supercor situado en la calle d'Andrade, en el distrito de Sant Martí. Este movimiento forma parte de una estrategia global de la empresa para reducir su presencia física y apostar más fuerte por la venta online. Y así competir con gigantes del comercio digital como Amazon, Shein o Zalando.

Un cambio radical en la estrategia de El Corte Inglés
La cadena española está pasando por una profunda renovación en su modelo de negocio. En lugar de mantener grandes almacenes en multitud de ubicaciones, El Corte Inglés apuesta por concentrar su actividad en espacios estratégicos y transformar sus tiendas en puntos que ofrezcan experiencias únicas. Así, varios centros en Madrid y Barcelona han sido reformados para incluir áreas de degustación y tiendas especializadas que ofrecen un valor añadido.
Estos cambios evidencian que la firma quiere adaptarse a los nuevos patrones de consumo, donde lo digital y la personalización ganan protagonismo. Al mismo tiempo, El Corte Inglés busca posicionarse como un espacio más moderno y atractivo, según revela Los Replicantes.
Cierres y aperturas: un ajuste necesario en el mercado
El cierre del supermercado Supercor en la calle d'Andrade no es un caso aislado. En los últimos meses, la firma ha clausurado varios establecimientos emblemáticos tanto en Barcelona como en Madrid. Entre ellos destacan los outlets de Vista Alegre y Boadilla del Monte en la capital española, así como el Outlet de Meridiana y el centro de Francesc Macià en Barcelona.

Este proceso de ajuste responde a una reducción generalizada de su red comercial, que ahora se centra en potenciar sus marcas Hipercor, Sfera y Supercor en ubicaciones seleccionadas. Además, ante la competencia feroz que suponen cadenas de supermercados y plataformas digitales, El Corte Inglés ha optado por cerrar tiendas con menor rendimiento.
En Barcelona, los clientes de Supercor de la calle d'Andrade son redirigidos a otras tiendas cercanas, como Supercor Marina Roselló, Supercor Aragó y Supercor Maragall. Este cierre marca el fin de una etapa para un establecimiento que había sido referencia para muchos vecinos de Sant Martí durante años.
Con esta apuesta por lo digital y la experiencia, El Corte Inglés muestra que el futuro del comercio pasa por reinventarse y adaptarse a las nuevas demandas, dejando atrás espacios tradicionales. El cierre definitivo de este centro comercial es un claro ejemplo de cómo el sector está cambiando y Barcelona no es ajena a estas transformaciones.