Nuevo hallazgo de los Mossos d'Esquadra. Más de 1.200 plantas de marihuana han sido interceptadas en tres pisos de Cataluña. Concretamente, las plantas estaban repartidas en dos pisos de Bescanó, en el Gironès, y en Cornellà de Terri, en Pla de l'Estany.
La intercepción se ha hecho en dos operaciones separadas. La primera tuvo lugar el 13 de setiembre, mientras miembros de la Unidad Regional de Medio Ambiente (URMA) realizaban una inspección rutinaria en Bescanó y se encontraron con el hallazgo.
La policía desmantela más de 1.200 plantas de marihuana
Los agentes estaban realizando la inspección en el taller con el fin de controlar si se gestionaban bien los residuos. El fuerte ruido de un aire acondicionado y un fuerte olor a marihuana, acabó delatando el cultivo de 700 plantas de marihuana.
El fuerte olor provenía de un piso situado encima del taller, donde se detuvo a un hombre de 29 años como presunto responsable de la plantación.
La segunda operación se realizó al día siguiente y, aunque no están relacionadas, también se trata de un hallazgo de plantas de marihuana.
En esta segunda operación, realizada el 14 de setiembre, en Cornellà de Terri, la policía detuvo a dos personas. Se intervinieron a 525 plantas y se arrestó a una mujer de 41 años y a un hombre de 53, como responsables de las plantaciones que tenían en dos localidades.
Además, el cuerpo de los Mossos requisó armas blancas, una defensa eléctrica, un destral y todo el material necesario para hacer crecer las plantas: transformadores, focos, fertilizantes, extractores, ventiladores, etc. Según ha informado la Agencia Catalana de Noticias, el cuerpo de la policía catalana comprobó que los sospechosos tenían la luz pinchada.
Lo último que se ha podido saber es que los tres arrestados han pasado a disposición del juzgado de guardia de Girona. Este los ha acusado de un delito contra la salud pública.
Otros hallazgos
A este se suma el vehículo que encontró la policía catalana este domingo. En la cala d'Aiguafreda, en el Baix Empordà, los Mossos d'Esquadra encontraron una furgoneta abandonada repleta de 2.300 quilos de hachís.
Aunque todavía no se conocen los motivos por los cuales apareció la furgoneta, la primera hipótesis es que una lancha habría llegado con la mercancía en la costa y estaban cargando la furgoneta.