Una alerta general suena en la Seguridad Social de los Estados Unidos. Según el informe más reciente de los fideicomisos del programa, dentro de unos años habrá un riesgo importante de no cobrar la pensión. Las pensiones correrían peligro si no hay una reforma radical.
Hasta 2033, el programa podrá pagar el 100 % de las pensiones anunciadas en la ley. Pero una vez el fondo se agote, solo habrá ingresos por impuestos y contribuciones actuales. Esos ingresos bastarán únicamente para pagar alrededor del 77 % de lo prometido.

Más de 60 millones de jubilados y sus familias, que dependen de sus pensiones, podrían enfrentarse a un riesgo de no pagar el 23 % restante si no hay reforma urgente. Muchos ven esto como una alarma general que exige una respuesta del Gobierno.
Alarma importante en la SSA de Estados Unidos: muchos se quedarán sin pensión
Si el Congreso no actúa, en 2033 los pagos automáticos se reducirán. No se cancelan, pero se limitan. Además, el fondo de Medicare para hospitalización también se vaciará en 2033 y pagará solo el 89 % de lo previsto.
Esto generará inseguridad en millones de personas. Muchos americanos están preocupados y algunos están empezando a jubilarse antes por miedo a que las pensiones se reduzcan si esperan mucho.
Lo que sucederá si se acaba el dinero
Cuando el fondo quede en cero, solo los ingresos por impuestos seguirán llegando. Eso significa que a partir de entonces, el sistema solo podrá pagar hasta un 77 % de las pensiones prometidas. No hay reservas ni margen para gastos ni imprevistos.

La respuesta del Gobierno y del Congreso será clave. Si no se aprueban medidas antes de 2033, el ajuste será automático, sin posibilidad de volver atrás.
Existen varias soluciones posibles para evitar esta crisis
Una opción es aumentar los impuestos, por ejemplo subiendo el porcentaje de cotización o eliminando el techo de ingresos sujeto a impuestos. Esto aportaría más dinero al sistema y ayudaría a financiarlo durante más años. Otra opción es reducir los beneficios: subir la edad de jubilación, reducir ajustes por costo de vida o aplicar límites a personas con ingresos altos.
También se ha planteado combinar los fondos de pensiones y discapacidad (OASI y DI) en un solo fondo para extender un año más la solvencia hasta 2034, con beneficios del 81 % en ese escenario combinado. Actuar con urgencia permite repartir los cambios en el tiempo, lo que sería menos duro para la población y permitiría una transición más suave.