Alfredo Corell, reconocido inmunólogo, ha compartido recientemente un consejo clave para alcanzar una vida más longeva y saludable. Su mensaje ha causado gran interés, ya que apunta a un hábito cotidiano que podría ser tan esencial como llevar una dieta equilibrada o practicar ejercicio físico. Sin embargo, este secreto no está relacionado con una fórmula mágica, sino con algo al alcance de todos y que, sorprendentemente, muchos ignoran.
En su intervención durante la Escuela de Verano del programa Hora 25, Corell ha destacado la importancia del consumo diario de probióticos. Según sus palabras, estos microorganismos son "muy buenos" para nuestro organismo y podrían marcar la diferencia en la calidad y duración de nuestra vida. El inmunólogo ha subrayado que, aunque la alimentación saludable es fundamental, incorporar probióticos debería ser casi una obligación para mantener un sistema inmunológico fuerte y una microbiota equilibrada.

Probióticos que realmente funcionan: lo que debes buscar en tus lácteos
El experto ha explicado que productos como el yogur y el kéfir son fuentes excelentes de estos probióticos, siempre y cuando se elijan correctamente. Es fundamental evitar aquellos que contienen exceso de azúcares añadidos, ya que esto puede contrarrestar sus beneficios. Lo esencial es que estos alimentos contengan las bacterias Streptococcus thermophilus y Lactobacillus bulgaricus en el caso del yogur, y las levaduras propias del kéfir para este último.
Además, Corell ha recomendado optar por leches fermentadas que incluyan no solo las bacterias típicas del yogur, sino también Lactobacillus acidophilus, ya que aportan un impacto positivo para la salud intestinal. Corell ha insistido en que consumir uno o dos de estos productos al día puede ser una estrategia sencilla para reforzar el organismo. Para reforzar esta idea, ha mencionado el caso de María Branyas, quien falleció a los 117 años y atribuía su longevidad, en parte, al consumo diario de yogur.

La batalla por la longevidad se gana en el intestino
Este caso no es anecdótico, los médicos que analizaron la flora intestinal de María Branyas encontraron que su microbiota tenía la vitalidad de una persona mucho más joven, gracias al yogur. Esto demuestra cómo un hábito tan simple puede tener un impacto profundo en nuestra salud y longevidad. Alfredo ha recordado también la teoría del inmunólogo ruso Iliá Méchnikov, quien afirmó que el yogur podría duplicar la esperanza de vida humana si se integrara correctamente en la dieta.
En definitiva, Alfredo Corell ha afirmado que incorporar probióticos a diario es un hábito simple y científicamente respaldado para vivir más años con mejor salud. Por ello, no solo conviene preocuparse por la cantidad de frutas y verduras, sino también por los microorganismos que habitan en nuestro intestino, verdaderos aliados en la batalla por la longevidad.