A partir de 2025, muchos autónomos y empresas clientes de CaixaBank tendrán que adaptarse a un nuevo cambio. El cual afectará directamente la forma en que gestionan sus facturas. La facturación electrónica se convertirá en una obligación para aquellos que aún no la usen, marcando el fin de los tradicionales formatos como el PDF o el Excel.
Se trata de un proceso que lleva varios años en marcha. No obstante, las nuevas leyes impulsadas por el Ministerio de Economía, como la Ley Crea y Crece y la Ley Antifraude, harán que este cambio sea obligatorio a partir de julio de 2025. Y desde CaixaBank han avisado a todos sus clientes.
CaixaBank habla claro: será obligatorio a partir de 2025
Hasta ahora, muchos autónomos ya están familiarizados con la facturación electrónica, especialmente cuando se trata de operaciones con el sector público. Sin embargo, lo que antes era una opción ahora se convertirá en una obligación para casi todos los autónomos y empresas que trabajen con otras empresas o autónomos. Esta medida afecta incluso a quienes hasta ahora no necesitaban emitir facturas electrónicas, lo que ha generado un revuelo en el ámbito empresarial.
¿Qué implica este cambio? A partir del próximo 1 de julio de 2025, todos los autónomos y empresas deberán emitir, enviar y recibir facturas electrónicas en formato estructurado. Un hecho que, como apuntan desde CaixaBank, garantizará la autenticidad e integridad de las mismas.
Además, estas facturas deberán ser enviadas en tiempo real a Hacienda a través del sistema Verifactu. Este sistema es similar al utilizado en el País Vasco, donde ya se emplea el sistema Ticket BAI. La novedad ha generado preguntas sobre cuándo exactamente se hará obligatorio este cambio.
A pesar de que la ley ya está aprobada, los autónomos aún no están obligados a hacer el cambio, ya que falta por concretarse el reglamento que fijará los plazos exactos. Según lo que se espera, los autónomos que facturen más de ocho millones de euros anuales tendrán un año para adaptarse, mientras que aquellos con una facturación inferior tendrán dos años. Por lo tanto, el tiempo está corriendo, y es importante que los autónomos empiecen a prepararse.
Aunque la normativa de facturación electrónica tiene algunas excepciones, la gran mayoría de los autónomos y empresas no podrá eludirla. Aquellos que trabajen únicamente con clientes particulares no estarán obligados a emitir facturas electrónicas, salvo que sus proveedores utilicen este sistema para la venta de productos o servicios. En esos casos, según CaixaBank, será necesario adaptarse, ya que los proveedores estarán obligados a emitir facturas electrónicas para poder vender a empresas y autónomos.
Una de las principales razones detrás de este cambio es la lucha contra el fraude fiscal. La facturación electrónica permitirá a Hacienda controlar de manera más eficiente las transacciones comerciales, asegurando que las operaciones se registren de forma clara y precisa.
Para los autónomos y empresas, esto significará un cambio significativo en la manera en que gestionan su contabilidad. No obstante, también es una oportunidad para modernizar y simplificar los procesos administrativos.
CaixaBank, como entidad bancaria que sirve a miles de autónomos y empresas en toda España, ha informado a sus clientes sobre esta transformación. Así podrán adaptarse con tiempo y sin sorpresas.
A partir de 2025, aquellos que no se ajusten a las nuevas normas podrían enfrentarse a sanciones. Así pues, es esencial comenzar la transición hacia la facturación electrónica lo antes posible.