De la diosa Cibeles hay mucho que escribir, pero en este artículo os voy a contar uno de los secretos que mejor guarda esta diosa frigia, patrona de celebraciones madridistas.
No obstante, primero hablaremos un poco sobre el Banco de España. Este es uno de esos edificios emblemáticos de Madrid y por supuesto lleno de misterios y leyendas. Fue un edificio criticado en su momento, ya que se erigió en el lugar donde se encontraba el Palacio de los Marqueses de Alcañices, un palacio con puntiagudas torrecillas, que fue expropiado y derribado para la construcción del gran Banco.
Fue trasladado allí desde el edificio de “La compañía de los cinco gremios” en la Calle Atocha y como sucesor del Banco San Carlos, del de San Fernando y del de Isabel II.
Por fin España iba a tener un gran banco, unificando todos en uno, según decía un artículo publicado en "La Ilustración Ibérica" del 14 de Marzo de 1891 aludiendo al nuevo banco, «Y ahora sí que estarán bien los billetes y las barras de plata y las relucientes monedas acuñadas, en los sótanos del suntuoso edificio que pueden envidiarnos Inglaterra y los Estados Unidos, las naciones más ricas y poderosas».
La caja fuerte y la diosa Cibeles
El secreto mejor guardado en el Banco de España, es su caja fuerte, una de las más seguras del mundo, diseñada por el arquitecto navarro, José Yárnoz Larrosa. La caja del banco de España está situada en el centro del banco a 38 metros de profundidad.
Para acceder a ella hay que pasar primeramente por una puerta de dieciséis toneladas, que se abre con dos llaves custodiadas por altos directivos del banco; una vez abierta, hay que descender en un ascensor 38 metros y pasar una nueva puerta blindada.
Tras esta, hay un foso que solo puede ser salvado mediante un puente retráctil; al otro lado del foso hay una tercera puerta. Al abrirla, te encuentras con 1.600 metros cuadrados de caja fuerte. En ella, se guardan más de 5.000 lingotes y 2.000.000 de monedas de oro y si alguien intentara robarla, saltarían las alarmas de seguridad cerrándose las puertas y pasillos automáticamente e inundándose todo el foso de acceso, gracias al agua que fluye de nuestra Diosa Cibeles.
Por lo tanto, podríamos decir que, en cierta medida, esta deidad frigia protege el tesoro de todos los españoles.