Reloj emblemático de Madrid y España por excelencia, desde él se transmite todos los años el final del año dando las 12 campanadas. Una señal de que el nuevo año ha llegado y el anterior ha terminado, valga la redundancia. No obstante, el edificio donde está construido, guarda algunas historias siniestras del pasado.
Ya desde su construcción la leyenda se hizo eco, en la capital del reino de España. En 1768 reinando Carlos III, este edificio se construyó para albergar el edificio de correos.
En su construcción ya comenzaron los primeros problemas, ya que algunos de los obreros, aseguraron ver al propio Diablo entre sus cimientos. Este les dijo que estaban siendo unos traidores, por construir un edificio a las órdenes de un arquitecto francés llamado Jacques Marquet, que traicionaban a la patria y a su Fe con Dios, ya que el edificio estaba maldito. Toda la cuadrilla de obreros que vivieron esta farsa, y otros que se lo creyeron abandonaron la obra.
Toda esta leyenda, se inventó probablemente debido al problema que tuvo, Ventura Rodríguez para la obtención de la obra. Se le encargó derribar todos los alrededores de donde se iba a construir la Casa de Correos, pero luego en el momento de concesión del proyecto este fue entregado al francés Jacques Marquet. Muchos fueron los madrileños y amigos del arquitecto, que se opusieron a esta idea.
A raíz de estos problemas, el arquitecto francés decidió contratar los servicios de un sacerdote español, el Padre López, que fue bendiciendo toda la obra para quitar los miedos a los vecinos y crédulos.
Sobre el año 1847, dejó de ser Casa de Correos, para ser la sede del Ministerio de Gobernación. Además, se hizo una obra en su interior para albergar todas las necesidades del servicio.
Calabozos de la DGS
En 1940, este edificio se convirtió en la Sede de la Dirección General de Seguridad, un edificio que durante cuarenta años causó terror solo escuchar hablar de él. Para muchos madrileños y gente que venía de otras partes de España, fue una auténtica pesadilla.
En ella se encontraban los calabozos de esta sede policial. Allí llegaban muchos presos políticos, que eran interrogados de una forma cruel. Día y noche eran interrogados, no les dejaban dormir ni descansar, les realizaban interrogatorios en ocasiones de más de ocho horas seguidas, martillazos en las manos, en las rodillas, arrancado de dientes, brazos rotos, dedos, mandíbulas y rodillas, todo el cuerpo era bueno para recibir este injusto trato. Para los presos, sobre todo los que más rango tenían, fueron días muy difíciles.
Aún hay gente que lo recuerda, ya que este tipo de maltrato y acoso, lo sufrieron muchas personas que aún hoy en día viven, ya que en 1979, aún se seguían dando malos tratos a los detenidos que visitaban esas amargas estancias.
Sede principal de la Comunidad de Madrid
A partir de que la Comunidad de Madrid se hizo con el edificio, se hicieron en él varias reformas. No obstante, todavía había una pequeña comisaria de Policía Nacional situada en uno de los laterales de este edificio.
La sede de la Comunidad de Madrid encierra muchas leyendas en sus pasillos, sobre todo en la zona de los sótanos. Varios son los funcionarios que aseguran que allí, pasan cosas extrañas. En ocasiones desaparecen cosas que están en las mesas, extraños ruidos, pasos, luces que se encienden y se apagan, puertas que se abren y un sinfín de problemas con los aparatos electrónicos, pero esto son solo comentarios de trabajadores y leyendas, ya que todavía no se han podido confirmar estos sucesos.