En todos los lugares habitados de la tierra, desde tiempos inmemorables ha habido historias de gente que después de muertos, han sido vistos por familiares y amigos. Lugares donde ha habido apariciones relacionadas con mitos religiosos, antiguas culturas que hacían rituales, sacrificios a elementos, a dioses relacionados con la naturaleza etc. Por ejemplo, los restos arqueológicos encontrados en la rivera del Manzanares, dan testimonio de una cultura antiquísima, las piezas halladas dan fe de ello.
Actualmente son muchos los lugares donde se han encontrado restos arqueológicos, tanto remontándose a la época de los Iberos como mucho anteriores. Los restos de colmillos de Mamut, vasijas y herramientas de piedra eran muy prolíficos en las Terrazas del Manzanares. Casi todos los asentamientos que se han encontrado en la zona son del neolítico.
En donde actualmente se encuentra la Vía Carpetana, se encontraron restos, tartésicos romanos. En la zona donde está el actual parque, se pudieron encontrar una serie de Mosaicos con una antigüedad de más de 17 siglos.
Si hablamos de edificios antiguos, con muchos siglos ya de antigüedad, no podemos olvidarnos de la iglesia más antigua de la capital, la Iglesia de San Nicolás de los Servitas, formando parte del arzobispado desde 1202, o la Muralla Árabe que se cree que data del 850-866 aproximadamente, construida en el emirato de Muhammad Ben Abd al Arman.
En la provincia, los descubrimientos de culturas más antiguas han sido los más abundantes. Hallazgos de poblaciones Iberas, románicas, árabes, se encuentran por muchos de los pueblos de la comunidad
En la mayoría de los pueblos de la Sierra de Madrid se encuentran yacimientos de todo tipo; en el Parque Nacional del Sudoeste, en el Valle Alto del Lozoya, en Colmenar Viejo, en Siete Iglesias, en Patones... y la lista de pueblos en los que se encuentran restos de pobladores con miles de años es infinita. Todos ellos junto al agua en las orillas de los ríos y arroyos que fluyen por la sierra.
La verdad que la comunidad de Madrid tiene mucha suerte de poder tener la infraestructura del agua que ha tenido desde las épocas de Isabel II, la que dio vía libre en su mandato, a la construcción de las canalizaciones, para abastecer de agua Madrid.
Anteriormente varias de las corrientes llegaban a la capital, tanto el agua del Río Manzanares como la de los arroyos subterráneos que fluyen por ella. En algunos escritos se puede leer en más de una ocasión, que el nombre de Matrice, nombre como la nominaban los Visigodos, significaba arroyos subterráneos.
Estos arroyos siempre la hicieron una Villa de obligado paso, para poder abastecer de agua y comida a todos esos rebaños que pasaban por el medio de la ciudad y la que actualmente conserva sus cañadas para el pastoreo.
Sucesos en excavaciones
El misterio siempre presente en Madrid, esperando a que esos profesionales los descubran y conozcamos mas de nosotros mismos. En los momentos que esta gente empiezan su excavación es como cuando haces una obra en una casa encantada. Los fenómenos salen al exterior, quieren contarnos algo, quieren llamar nuestra atención.
Algunos campistas dicen observar movimientos extraños por las zonas de las excavaciones, el resurgir de esos muros es como si hiciera que sus antiguos habitantes volvieran a resurgir. Olores a especias extrañas, perfumes naturales, una especie de música trival, suena por los alrededores, cuando los sorprendidos campistas se acercan a la zona de donde provienen estas extrañas percepciones sensitivas, no encuentran nada.
Otros dicen que cuando estás por las zonas de noche, es como si del yacimiento provinieran pisadas y murmullos. Además el viento y esos precintos de plástico naranja hacen muchos ruidos extraños, pueden parecer pisadas, silbidos, a veces como si fuera un motorcito, que pueden traer confusiones, sobre todo en las grabaciones.
Otra de las situaciones que la gente se encuentra en estos lugares es que ven como luces verdoso amarillentas que parecen salir de la tierra, esto es debido al famoso fenómeno de las luces fosfóricas o fuegos fatuos, que es el fenómeno producido por la putrefacción, son gases que se elevan de su superficie produciendo bellas tonalidades de verde, amarillo, rojo y azul.
Mucha gente los ha confundido con espectros o almas en pena, y hasta llegaban a decir que cuando se acercaban a ellos, estos se alejaban o desaparecían, claro según lo denso que fuera el gas hacia una cosa u la otra. También los huesos al estar compuestos de fósforo producen este fenómeno.
Estos lugares son bellos para la investigación, lugares tranquilos en medio de una naturaleza maravillosa, siempre respetando todo lo vallado, nunca metiéndote dentro del yacimiento. Solo deciros que si buscamos misterio encontramos misterio, está latente en el ambiente solo hay que prestar atención, para encontrarte frente a él.