Harvard ha emitido un aviso sobre un misterioso objeto interestelar conocido como 3I/ATLAS, que ha captado la atención de la comunidad científica. El centro académico señala que este cuerpo no es un asteroide común y que existen indicios que podrían apuntar a un origen intencionado. Sin embargo, aún queda mucho por esclarecer sobre su verdadera naturaleza y origen.
El reconocido astrónomo Avi Loeb, director de varios proyectos en Harvard, ha sido quien ha liderado el análisis de este enigmático objeto. Loeb ha explicado que 3I/ATLAS destaca por su tamaño inusual, estimado en unos 20 kilómetros de diámetro, lo cual es atípico para un objeto interestelar. Para ponerlo en perspectiva, el famoso Oumuamua, el primer objeto interestelar detectado en 2017, era aproximadamente 200 veces más pequeño, lo que hace a este objeto interestelar un caso verdaderamente excepcional.

¿Asteroide o cometa? Un enigma interestelar que desconcierta a los astrónomos
Además de su tamaño, el brillo anómalo del objeto también ha despertado dudas entre los expertos. Estadísticamente, es altamente improbable detectar un asteroide interestelar de ese calibre en nuestro sistema solar interior. A modo de ejemplo, asteroides de 20 kilómetros son lo suficientemente grandes para causar extinciones masivas, como la que acabó con los dinosaurios hace millones de años.
El científico también ha apuntado que, a diferencia de los cometas, 3I/ATLAS no presenta evidencias espectrales claras de gases o polvo a su alrededor. En cambio, el análisis revela un enrojecimiento causado por la exposición prolongada a radiación ultravioleta o cósmica, como en objetos del cinturón de Kuiper. Esta característica añade más incógnitas sobre su composición y origen.
3I/ATLAS bajo la lupa: nuevas pistas sobre su posible origen
Por ahora, la opción más prudente es pensar que se trata de un cometa, aunque no hay pruebas claras que lo confirmen. La falta de una cola gaseosa y otras características habituales en estos cuerpos ha abierto la puerta a otras interpretaciones. En este escenario, Loeb ha planteado que el objeto fue enviado intencionadamente hacia el sistema solar, al estilo de Encuentro con Rama, la novela donde una nave alienígena cruza nuestro sistema.
Los próximos meses serán cruciales para desvelar los secretos de este objeto, pues el objeto se aproximará a su punto más cercano al Sol el 29 de octubre de este año. Sin embargo, debido a la posición relativa de la Tierra, las observaciones terrestres serán más difíciles. Esto ha abierto la discusión sobre la necesidad de enviar una sonda tecnológica para estudiarlo más de cerca, algo que podría aportar datos definitivos.
El debate sobre el papel de la ciencia frente a las anomalías
En paralelo, ha criticado la forma en que algunas plataformas, como Wikipedia, han manejado la información sobre el fenómeno, omitiendo referencias a las anomalías detectadas. Según él, la ciencia debe mantener una apertura a lo inesperado y no cerrarse a hipótesis que cuestionen el paradigma vigente. Para este científico, ocultar anomalías solo retrasa el avance del conocimiento.
Finalmente, Para este astrofísico, ignorar estas señales sería repetir errores del pasado. Lo ha ejemplificado con el caso de Galileo, castigado por observar lunas que no debían existir según los dogmas. “Merecemos seguir siendo ignorantes si apoyamos una cultura de mente cerrada”, ha sentenciado.