El 17 de Octubre de 1919, Alfonso XIII inauguró oficialmente la primera línea del metro de Madrid. Esa primera línea tenía una extensión de tres kilómetros y medio y unía Cuatro Caminos con la Puerta del Sol. Hace ya más de 100 años de eso y durante ese tiempo, el metro de Madrid ha ido evolucionando hasta convertirse en lo que conocemos hoy.
No obstante, durante este siglo de existencia, algunos hechos terribles han sucedido en el lugar, dando lugar a historias y leyendas que siguen contándose a día de hoy. En este artículo contaré la historia de un personaje que aterró a miles de personas con sus actos.
El loco del bisturí
Entre los años 1958 a 1960, una extraña leyenda circuló por los andenes de la línea 1 del Metro de Madrid, entre las estaciones de Puerta del Sol, Atocha y Puente de Vallecas. Al parecer durante más de un año, hubo distintas denuncias de mujeres que fueron apuñaladas en el metro sin que ellas mismas se percataran de la agresión, hasta que alguien las avisaba de las manchas de sangre.
Las personas que cogían el suburbano por aquellas épocas, miraban a un lado y a otro sospechando de todo aquel que se acercaba demasiado. Cuando las víctimas fueron examinadas, se comprobó que las heridas habían sido causadas por un bisturí. Un corte fino y limpio, muy difícil de detectar si se hace con la destreza adecuada.
La leyenda se convirtió en realidad el 6 de Abril de 1959, como informaba ABC al día siguiente, cuando la policía casi detiene en la estación de Metro de la Puerta del Sol, a un joven de entre 18 y 20 años, con americana marrón. Los testigos consiguieron retenerle durante un tiempo, pero amenazándoles con un cuchillo consiguió huir antes de que llegase la policía. La prensa de la época le llamo “el loco del bisturí”.
Además, durante un tiempo y debido a la descripción proporcionada por una testigo, la policía pensó que podría tratarse de algún joven con problemas mentales. Sin embargo, la investigación cambió de rumbo cuando en la facultad de medicina, comenzaron a aparecer jóvenes estudiantes, apuñaladas. La sorpresa se la llevaron al detener al "loco del bisturí".
La policía investigó a miles de futuros médicos y finalmente, el 21 de febrero de 1960, se detuvo a uno de ellos que no tardó en declararse culpable de las agresiones. El “Jack el destripador español”, no cometió ningún asesinato, gracias a Dios, pero sí decenas de cortes a jóvenes madrileñas.