Kiko Rivera atraviesa una etapa de transformación personal y física que ha sorprendido a sus seguidores. Tras años de altibajos en su salud y en su peso, el hijo de Isabel Pantoja ha decidido tomarse en serio un nuevo reto.
El artista fue seleccionado para representar a España en el Mundial de Selecciones de Creadores de Contenido. La cita se celebró el pasado 9 septiembre en Jahor, Malasia, y Kiko quiso llegar en plena forma. Consciente de la dificultad, ha compartido con transparencia todo el proceso a través de sus redes sociales.

Un camino marcado por altibajos
La lucha de Kiko Rivera con la báscula no es nueva. En 2017 se sometió a una reducción de estómago que le permitió perder más de 40 kilos en apenas un año. Aquella etapa marcó su primer gran cambio físico, impulsado principalmente por motivos de salud.
Años después volvió a enfrentarse al reto con otra motivación. En 2021 inició una dieta estricta con la que logró adelgazar 15 kilos, lo que le permitió retirarse la banda gástrica. La operación, sin embargo, llegó acompañada de complicaciones estomacales que le obligaron a mantener cuidados adicionales.
En 2022 su vida dio otro vuelco tras sufrir un ictus. Aquel episodio supuso un antes y un después en su forma de ver la vida y su salud. Perdió 10 kilos y fijó como meta alcanzar los 80, un peso que le parecía un objetivo realista y saludable.

El gran reto de su transformación actual
La selección para el Mundial de Creadores de Contenido supuso el impulso definitivo. Kiko adoptó una disciplina exigente que incluía entrenamientos diarios y una dieta mucho más controlada. Sus seguidores han podido ver el progreso en los vídeos e imágenes que ha compartido a diario.
El DJ quiso compartir con sus seguidores que en esta nueva etapa la clave está en seguir una estricta rutina de entrenamientos. Además, Kiko ha modificado su alimentación y ha dejado de fumar, un hábito que lo había acompañado durante años. “He cambiado mi alimentación para perder peso y me está costando”, confesaba con sinceridad.
Aun así, el proceso no ha estado exento de dificultades físicas. Una lesión en la cadera y un desgarro en el oblicuo lo obligaron a frenar durante algunos días. Lejos de desanimarse, afirmó en redes sociales que estos contratiempos solo lo hacían más fuerte y decidido a continuar.

Orgullo, apoyo y una nueva mentalidad
El cambio físico de Kiko Rivera en pocos meses es evidente, y así lo ha mostrado sin complejos en sus redes sociales. En una de sus publicaciones, compartió una imagen frente al espejo que impactó a muchos. “Estoy lejos de la meta, pero orgulloso del camino”, escribió el DJ.
Más allá de la transformación estética, Kiko ha insistido en que lo importante es la constancia. Ha reconocido que la disciplina diaria no siempre es fácil, pero que los pequeños avances se convierten en su mayor motivación. “Caída tras caída, ya empiezo a notar la mejoría”, confesaba.
Su compromiso con la salud y la disciplina refleja un cambio de mentalidad que va más allá de la estética. Ahora, el desafío será mantener esa constancia en el tiempo y demostrar que, con esfuerzo y sacrificio, los objetivos más ambiciosos pueden hacerse realidad.

