La ola de calor ha golpeado con fuerza a España durante esta semana, dejando temperaturas extremas en la mayoría de las comunidades. Las máximas se han disparado en muchas provincias, alcanzando o superando los 40 grados en zonas del interior. Las mínimas tampoco han dado tregua, con noches tórridas en las que los termómetros apenas han bajado de los 25 grados.
Desde el inicio de esta situación, el meteorólogo Mario Picazo ha estado advirtiendo sobre la dureza de este episodio, pero dentro de su previsión hay un dato que preocupa especialmente. Aunque la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) prevé que la ola de calor podría finalizar la próxima semana, el calor fuerte no se marchará.

El calor seguirá tras la ola de calor, según advierte Mario Picazo
Mario Picazo subraya que los modelos apuntan a que estas temperaturas no cumplirán mucho más los criterios técnicos para considerarse ola de calor. Pese a ello, se mantendrán muy elevadas durante la primera quincena de agosto.
Esto significa que, aunque oficialmente el episodio de ola de calor finalice, las jornadas de calor extremo continuarán. Habrá temperaturas que incluso podrían ser iguales o superiores a las que hemos tenido estos días.
Pero, ¿por qué entonces dejaría de ser considerada ola de calor? La clave está en los requisitos. Esos que deben cumplirse para que se declare oficialmente una ola de calor. Es necesario que al menos durante tres días consecutivos se registren temperaturas máximas por encima del percentil 95 de la serie histórica en, al menos, el 10% de las estaciones meteorológicas.

Es decir, no basta con que haga mucho calor, deben cumplirse umbrales específicos de duración e intensidad en un porcentaje concreto del territorio. Por lo tanto, podríamos vivir jornadas con temperaturas extremas, pero si no se cumplen estos parámetros técnicos, no se calificará como ola de calor, aunque el termómetro diga lo contrario.
Dorsal africana e insolación: la combinación clave, según Mario Picazo
Mario Picazo advierte que esta persistencia del calor se debe a la presencia de una dorsal anticiclónica que inyecta aire cálido procedente del norte de África. Esto combinado con las largas horas de insolación propias de esta época del año. Esta mezcla elevará el termostato de manera considerable.

Según los modelos de predicción, durante la primera quincena de agosto, y en plena canícula, las temperaturas seguirán situándose varios grados por encima de la media habitual para estas fechas. Estamos en pleno pico del verano, pero si miramos las temperaturas promedio para estas fechas, veremos que estamos superando los valores normales en buena parte del país.
Días críticos por delante: bochorno y sensación térmica asfixiante
Mario Picazo también advierte de que los próximos días pueden ser especialmente críticos por el ambiente bochornoso. Incluso en el extremo norte de la península, donde el calor suele ser más moderado, se prevén máximas que superarán los 30 grados. A esto se suma el factor de la humedad, que multiplicará la sensación térmica y acentuará la incomodidad.