En un lugar donde la naturaleza se mantiene intacta, existe un destino ideal para quienes buscan calma y belleza sin aglomeraciones. Este rincón costero ofrece tranquilidad y espacios abiertos para disfrutar del mar y el aire libre. Sus paisajes son un refugio para el descanso, donde el sonido de las olas y la brisa marina crean un ambiente relajante.
Se trata de Colera, un pequeño pueblo situado en la comarca del Alt Empordà, en Girona, Cataluña. Con solo 477 habitantes, este municipio está cerca de la frontera con Francia, limita al norte con Portbou y Banyuls-sur-Mer y al sur con Llansà. Su ubicación privilegiada y aislamiento le permiten conservar su encanto natural y un ambiente sosegado.

Playas y actividades para disfrutar
Colera cuenta con dos playas principales que destacan por su belleza y buena limpieza, la Playa de Garbet es la más grande, con unos 650 metros de longitud. Sus aguas claras son perfectas para nadar, hacer snorkel o relajarse. Además, dispone de aparcamiento, duchas y agua potable, facilitando una estancia cómoda.
La Playa d'en Goixa es más pequeña, mide 350 metros, y ofrece un ambiente más íntimo y tranquilo. Esta playa tiene aparcamiento cercano, duchas y acceso para personas con movilidad reducida, también cuenta con un pequeño puerto deportivo, ideal para practicar deportes acuáticos. Más allá de las playas, Colera ofrece senderos para caminar o andar en bicicleta.
El ‘Camí de Ronda’ es un recorrido muy popular que muestra vistas impresionantes del mar y la costa rocosa. Los deportes acuáticos como kayak, paddle surf y buceo son habituales en esta zona por la claridad de sus aguas y la rica biodiversidad marina.

Historia y naturaleza en Colera
El patrimonio histórico también forma parte de la experiencia. La Ermita de Sant Miquel, construida en el siglo XI, es uno de los lugares más emblemáticos del pueblo. Su campanario de sillería y arquitectura románica atraen a visitantes interesados en la historia local.
Cerca de Colera, la Ruta de los Búnkeres ofrece restos de la Guerra Civil Española para quienes quieran conocer más sobre el pasado. Además, en los alrededores se encuentran espacios naturales únicos. La sierra de Balmeta domina el paisaje al oeste, mientras que varias rieras cruzan el municipio.
La riera de Garbet desemboca en el puerto natural de Colera, y la riera de Molinars lo hace en la bahía y playa de Garbet. El municipio Colera se sitúa en una zona montañosa donde los Pirineos se encuentran con el Mediterráneo, el punto más alto supera los 740 metros en la sierra de la Albera. Este entorno ofrece a los visitantes la combinación perfecta de naturaleza, historia y tranquilidad.