España ha vivido una de las olas de calor más largas e intensas de los últimos años. Desde el pasado 3 de agosto, prácticamente todo el territorio peninsular, así como los archipiélagos, ha estado bajo la influencia de temperaturas extremas. Durante 16 días consecutivos, el país ha estado sometido a valores térmicos anormalmente altos, tanto de día como de noche.
El último fin de semana ha sido especialmente duro. En varias ciudades los termómetros han alcanzado o superado los 44 ºC, mientras que las mínimas nocturnas en muchas zonas costeras no han bajado de los 27 ºC. Esta combinación de calor extremo y ausencia de descanso ha generado una sensación de agotamiento físico y mental generalizado.

El cambio que estábamos esperando: hoy
Pero la AEMET ha confirmado finalmente lo que muchos esperaban: hoy, lunes 18 de agosto, marca el fin de esta interminable ola de calor. Aunque ya se había adelantado esta posibilidad hace varios días, la previsión era aún incierta. Ahora, con los últimos datos meteorológicos, la agencia ha podido asegurar que la masa de aire cálido que venía dominando la atmósfera ibérica empieza a retirarse.
Que termine la ola de calor no significa que el verano haya acabado. Las temperaturas seguirán siendo elevadas, especialmente en el litoral mediterráneo y en Baleares, donde aún se esperan máximas por encima de los 35 ºC este lunes. Sin embargo, el cambio será significativo en otras regiones, donde se espera una bajada importante respecto a días anteriores.
La diferencia principal será la pérdida de intensidad generalizada del calor, lo que permitirá noches algo más frescas y jornadas más llevaderas para la mayoría de la población.
El descenso térmico se debe a la entrada de masas de aire más frescas procedentes del Atlántico, que comienzan a imponerse sobre la península. Estas masas ayudarán a que las temperaturas se normalicen durante varios días, manteniéndose dentro de los valores habituales para la segunda mitad de agosto.
Cuidado: el calor podría volver pronto
No obstante, la tregua podría ser temporal. La AEMET ha alertado de la posibilidad de que, hacia el final de esta misma semana, se registre un nuevo ascenso térmico. Aunque no hay indicios de una nueva ola de calor, el patrón meteorológico es dinámico, propio del final del verano, lo que obliga a mantener la atención en los boletines meteorológicos.

Esta noticia supone un respiro físico y emocional para una población claramente afectada por el cansancio acumulado. Las altas temperaturas han tenido efectos negativos no solo en la salud pública, sino también en la productividad laboral, el consumo energético y el desarrollo normal de actividades al aire libre.
Con este breve alivio, muchos españoles podrán recuperar fuerzas y volver a la rutina con algo más de comodidad. Sin embargo, la prudencia sigue siendo clave, el verano aún no ha terminado y el calor podría volver con fuerza en los próximos días.