Los gestos hablan más que las palabras, y en la realeza, aún más. La reina Mary de Dinamarca ha reaparecido en solitario en un acto institucional que ha sido interpretado como una nueva señal de alarma.
Su marido, el rey Federico X, no la acompañó. Y esa ausencia, en el contexto delicado que vive la pareja desde hace meses, ha sido vista como algo más que una casualidad. Un detalle que muchos interpretan como una señal de que la distancia entre ambos persiste.

Mary de Dinamarca ha reaparecido sin Federico X
Mary visitó el Real Conservatorio Danés de Música en su primer acto como patrona de la institución. Un rol que asumió tras el ascenso al trono de su esposo y la abdicación de la reina Margarita II.
En las imágenes publicadas por la cuenta oficial de la Casa Real danesa, se puede ver a la soberana recorriendo las instalaciones. Sin embargo, la ausencia de Federico en un evento oficial tan relevante ha levantado las cejas de muchos, dentro y fuera del país.
Y es que la distancia entre los monarcas se viene comentando desde hace meses. Especialmente desde que en noviembre de 2023 la revista Lecturas publicara unas fotografías del entonces príncipe heredero paseando por Madrid con Genoveva Casanova.
Aquellas imágenes dieron la vuelta al mundo y generaron una crisis que, según diversos analistas, precipitó la decisión de Margarita II de dejar el trono en manos de su hijo. Desde entonces, las señales de frialdad entre Federico y Mary de Dinamarca han sido constantes.

¿Hay crisis entre Federico y Mary de Dinamarca?
Varios medios han captado la falta de gestos de afecto, las miradas esquivas y las ausencias selectivas. Pero ha sido la prensa alemana, especialmente la revista Bunte, la que ha ido más allá en su análisis.
En su última cobertura de la conmemoración por el 80 aniversario de la liberación de Dinamarca el pasado 5 de mayo, fueron tajantes. "¿Contacto físico? No ha habido suerte. Están de espaldas el uno al otro y sus miradas apenas se encuentran", aseguraron.
El análisis no se detiene ahí. Según el citado medio, lo que parecía haber sido superado tras algunas apariciones más cercanas de los reyes, en realidad sigue latente. La herida provocada por los rumores de la posible infidelidad de Federico no estaría cerrada.
La reaparición de Mary sola en este acto público parece reforzar esa teoría. No acompañar a su esposa en una ocasión tan señalada ha sido entendida por muchos como una confirmación silenciosa de que las tensiones continúan.

Mientras tanto, Mary mantiene su agenda con entereza. En todas sus apariciones públicas se muestra impecable, sonriente y comprometida con su papel. Los rumores de que el distanciamiento podría ser más profundo de lo que se pensaba están más vivos que nunca.
No hay declaraciones oficiales ni desmentidos. Solo imágenes, gestos y silencios. Y en una monarquía acostumbrada a cuidar las formas, esos detalles son suficientes para que medio mundo esté pendiente de cada paso.