Una ola de críticas ha invadido los medios británicos después de que se revelara el deplorable estado de Park House. Se trata de la residencia en la que nació y pasó su infancia Diana de Gales.
La propiedad, situada en la finca de Sandringham, en Norfolk, ha sido objeto de indignación por parte de los vecinos. En este contexto, señalan directamente al rey Carlos III como responsable del abandono en el que se encuentra la mansión.
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Park House, que alguna vez fue un lugar emblemático, ha sido descrita como una "sombra de lo que fue". El tejado hundido, los cristales rotos y las manchas de humedad en sus paredes son solo algunos de los problemas visibles.
El jardín, invadido por malas hierbas, refleja el estado de deterioro de la residencia, que fue un hotel accesible para personas con discapacidad durante más de 30 años. Desde 2021, está vacía y sin uso.
Sin embargo, el cierre del centro, tras los impactos de la pandemia y los altos costos de mantenimiento, dejó la propiedad vacía. Desde entonces, ha quedado completamente desatendida.
Los residentes de la zona, como una camarera local que habló con The Mirror, no han dudado en expresar su descontento. "¡Es una falta de respeto! Esta casa debería restaurarse para que volviese a ser como era originalmente", comentó indignada.
A este sentir se suman otros miembros de la comunidad. Estos consideran que el estado de Park House es una falta de respeto no solo hacia la historia de la familia real, sino también hacia la memoria de la princesa Diana.
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El lugar donde Diana creció también fue el escenario de muchos momentos de su infancia, compartidos con sus hermanos y los hijos de Isabel II, incluido Carlos III. Estos recuerdos siguen siendo parte fundamental de la historia de la princesa y de su vínculo con la familia real.
Para muchos, Park House representa el origen de una historia que marcó a toda una generación. La polémica se intensificó cuando se conoció que, mientras Park House languidece, Carlos III aprobó la inversión en un proyecto de lujo dentro de la misma finca: un ‘glamping’ de lujo.
"El rey Carlos tiene dinero para invertir en su camping, pero no en la casa donde Diana creció", criticó un vecino. Este abandono ha dejado una herida abierta entre los residentes y quienes valoran la figura de Diana.
La comparación con Sandringham House, que se mantiene con esmero, solo ha servido para alimentar la frustración. La indiferencia hacia Park House y su legado emocional ha generado un rechazo cada vez más evidente entre los habitantes de la zona.
Hasta el punto que muchos de ellos piden una acción concreta para restaurar la casa y honrar la memoria de Lady Di. Consideran que la propiedad merece ser restaurada por su valor histórico y por el significado que tiene para los que recuerdan el legado de Diana.