El rey emérito Juan Carlos I vuelve a situar su mirada en el mar y lo hace desde un escenario muy especial. El monarca ha puesto rumbo a Nueva York para participar en la final de la Copa del Mundo de vela de la clase 6M.
Nosotros hemos visitado el barrio donde vivirá durante los próximos días y hemos descubierto algo fuerte: no es apto para todos los bolsillos. En contra de la política de austeridad de los reyes Felipe y Letizia, se alojará en la zona más cara de la ciudad.
No estará solo en esta nueva aventura. Le acompañará su hija, la infanta Elena, así como los miembros de la tripulación del Bribón. Entre regatas, cócteles y fiestas temáticas, padre e hija disfrutarán de unos días que combinan deporte, ocio y exclusividad.

Una cita internacional de vela
La competición de vela dará comienzo el lunes 22 de septiembre y se prolongará hasta el sábado 26. Durante esos días, la élite de esta disciplina se reunirá en aguas neoyorquinas para medirse en una prueba que cada año despierta gran expectación.
Para Juan Carlos I, la navegación es mucho más que un pasatiempo. Su pasión por las regatas lo ha llevado a mantener un estrecho vínculo con la tripulación del Bribón, el equipo con el que sigue compitiendo a pesar de su edad. La infanta Elena, por su parte, se ha convertido en su compañera habitual en este tipo de viajes.
La llegada de los equipos está prevista entre el martes y el miércoles. Será entonces cuando tenga lugar la recepción oficial en el Seawanhaka Corinthian Yacht Club, un club privado al que solo se accede por invitación. El miércoles marcará, por tanto, el inicio de la agenda social que acompaña a la competición.

El exclusivo barrio de Oyster Bay
El rey Juan Carlos I se alojará en Oyster Bay, una exclusiva zona del norte de Long Island que recuerda al estilo de los Hamptons. Se trata de un área residencial donde numerosas celebridades estadounidenses tienen sus segundas residencias. Este enclave cercano a Manhattan, pero rodeado de naturaleza, ofrece tranquilidad, privacidad y todo tipo de comodidades.
Durante su estancia, el emérito disfrutará de varias actividades de ocio junto a su hija y el resto de la tripulación del Bribón. La organización ha preparado un cóctel de bienvenida, recepciones privadas y encuentros en casas particulares. Todo ello refuerza el aura exclusiva de la cita.
El viernes se celebrará la inauguración oficial del campeonato con un acto protocolario. Allí se dará la bienvenida a todos los equipos y se marcará el inicio de la competición. Para el rey emérito y la infanta Elena, será el momento de reencontrarse con amigos y compañeros de navegación.

Fiestas temáticas y barbacoa nocturna
El sábado no habrá regatas oficiales, aunque sí entrenamientos opcionales. La atención se trasladará a la casa del comodoro Hugh Jones, donde se celebrará una fiesta de inspiración bollywoodiense con música, cócteles y espectáculos pensados para los regatistas y sus familias.
Entre los asistentes confirmados figuran el rey Juan Carlos, la infanta Elena y Pedro Campos, mano derecha del emérito en el mundo de la vela. El ambiente social continuará el domingo con una barbacoa nocturna en el Salty Dog, el espacio más desenfadado del club náutico.
La clausura oficial del campeonato está prevista para el sábado 27 de septiembre con la tradicional entrega de premios. Será el momento de comprobar si el Bribón alcanza un lugar destacado en la clasificación y de ver al emérito y a su hija mayor en el podio. Un triunfo reforzaría, una vez más, el vínculo del rey Juan Carlos con el mar y con su gran pasión por la vela.

