Alberto de Mónaco no puede estar más contento con el último logro profesional que ha conseguido su hijo, Alexander Grimaldi. Y es que, según ha trascendido, el joven se ha convertido en imagen de uno de los símbolos del principado.
Desde hace mucho tiempo, Alexandre, el hijo que Alberto II de Mónaco tuvo ocho años antes de casarse con la princesa Charlene, tenía claro el camino profesional que quería seguir.

Tanto es así que, durante una entrevista que le concedió a ¡Hola! hace un par de años, aseguró que su formación y su futuro laboral tenían que ajustarse a ciertos criterios. Y es que su condición de hijo de un jefe de Estado delimitaba de cierta manera sus decisiones:
“Mi padre es príncipe y jefe de Estado, así que no me imagino desfilando en una pasarela. En cambio, si una marca prestigiosa me pide que sea su embajador y su imagen se ajusta a la mía, ¿por qué no?”. Una postura que, sin duda, refleja madurez y conciencia de su papel público.

Ahora, esa visión que dejó al descubierto Alexander Grimaldi por fin se ha materializado en una propuesta que encaja perfectamente con su perfil. Algo que, sin duda, ha llenado de felicidad a Alberto de Mónaco.
Alberto de Mónaco está muy contento con la nueva meta profesional de Alexander Grimaldi
Según ha trascendido, Alexander Grimaldi ha protagonizado el lanzamiento del nuevo Monte-Carlo Beach Club, un proyecto exclusivo y muy ligado a la identidad monegasca.
Aunque no es un símbolo oficial del país, no hay ninguna duda de que representa el lujo, la elegancia y la tradición no solo del principado, sino a nivel mundial.
De esta forma, el hijo de Alberto de Mónaco ha conseguido seguir los pasos de algunos de sus primos. Entre ellos, los Ducruet o los Casiraghi, quienes también han sido imagen de reconocidas marcas de moda.

A pesar de que ha formado una familia junto a la princesa Charlene y sus dos mellizos, unos años antes, el soberano de Mónaco tuvo dos hijos fuera de su matrimonio.
En 1991, Alberto de Mónaco conoció a Tamara Rotolo, una camarera estadounidense que posteriormente se convirtió en agente inmobiliaria, durante unas vacaciones de verano. Fruto de esta relación nació Jazmin Grace.
Un año más tarde, el soberano comenzó una relación sentimental de siete años con la azafata togolesa, Nicole Coste. Fue en este periodo de tiempo cuando nació Alexandre Grimaldi.
Sin embargo, no fue hasta 2005 cuando Alberto de Mónaco reconoció públicamente su paternidad y, un año después, hizo lo propio con su primogénita. A día de hoy, el soberano y sus hijos mayores mantienen una muy buena relación, a pesar de la negativa de Charlene de Mónaco.