Ayer el rey Federico cumplió 21 años de matrimonio junto a Mary de Dinamarca. Un día muy especial para la pareja en medio de las especulaciones que sobrevuelan su relación desde las polémicas fotos de Federico y Genoveva. Coincidiendo con su aniversario, fuentes cercanas a la Casa Real danesa han desvelado la realidad: su matrimonio es todo un “ejemplo”.
Una manera de demostrar que se puede lidiar con la polémica sin perder sus roles monárquicos. También que son capaces de representar su papel institucional sin perder el sentimiento de unión y de pareja. Prueba de ello son las muestras de cariño y afecto que se dedican en los actos públicos a los que acuden.
Sale a la luz la verdad de la relación del rey Federico
Desde su ascenso al trono danés, el rey Federico ha demostrado una firme voluntad de adaptarse a su nuevo rol. Su entronización llegó de manera inesperada y justo cuando acababan de salir sus polémicas fotos con Genoveva. Para muchos esto creo una crisis en la pareja que, a día de hoy, se acaba de desmentir.
Así lo afirman fuentes cercanas a la Casa Real danesa que han develado la realidad del matrimonio del rey Federico: es un “ejemplo” a seguir. Especifican, sobre todo, que, en medio de la polémica, el rey Federico y Mary han sabido compaginar sus respectivos roles. Tanto el de pareja como el de reyes de Dinamarca, todo ello bajo un tenso y exhaustivo escrutinio público.
Para no dar pábulo a los rumores de crisis, la pareja ha sabido demostrar en público el afecto y el cariño que se tienen. Siempre sin perder de vista el protocolo y haciendo con ello, que la naturalidad y la rigidez que exige la institución puedan convivir.
“Sus gestos de afecto en público no solo humanizan su figura, sino que también fortalecen su conexión con el pueblo danés”, explica una experta. El rey Federico ha sabido proyectar una imagen familiar sólida, siendo padre presente y esposo respetuoso y atento. Sus gestos públicos, cargados de complicidad, muestran una pareja unida y moderna que no pierde de vista sus responsabilidades institucionales.
La reina, por su parte, ha sabido corresponder a su marido mostrando una gran serenidad y fortaleza frente a los rumores de crisis. Esta actitud del rey Federico y Mary ha modernizado la imagen de la monarquía danesa “sin sacrificar su dignidad”, apuntan.
El rey Federico logra disipar las dudas
Existe en Dinamarca ciertas reticencias a aceptar al rey Federico como nuevo representante de la monarquía danesa. La salida de su madre, la reina Margarita, se produjo de manera abrupta e inesperada en un momento especialmente delicado para el matrimonio.
En el año que llevan de reinado, muchos se han aventurado a analizar con lupa cada movimiento de Federico y Mary. Se ha hablado de crisis y de desconfianza, pero lo cierto es que existe una unión férrea entre ambos. Bien sea por la imagen de la monarquía o porque han sabido superar sus problemas maritales, lo cierto es que han despejado todas las dudas.
Como ejemplo de ello están las numerosas muestras de complicidad que se han regalado a lo largo de este año de reinado. Miradas cómplices, caricias y una naturalidad sorprendente en el tradicional baile de Les Lanciers el pasado mes de marzo.
El rey Federico y su esposa demuestran su amor en público, pero sin perder “el decoro y la solemnidad que su posición requiere”. Por este motivo, María José Verdú, experta y conocedora de la Casa Real, aplaude la actitud de los reyes de Dinamarca. “Su capacidad para combinar cercanía y protocolo ofrece una lección sobre el equilibrio entre tradición y modernidad en las instituciones reales”, sentencia.