Sarah Ferguson y Carlos III mirando en diferentes direcciones con un emoji amarillo de boca cerrada en el centro de la imagen

Increíble noticia de Sarah Ferguson, cuñada del rey Carlos: en Inglaterra están mudos

Un conocido historiador británico dejar al descubierto toda la verdad sobre Sarah Ferguson, cuñada del rey Carlos III

Gran parte de la población de Inglaterra se ha quedado sin palabras al conocer la última e inesperada noticia que se ha filtrado sobre Sarah Ferguson, cuñada del rey Carlos. Una información que está directamente relacionada con su polémico estilo de vida.

Tal y como relata una nueva biografía que revela su estilo de vida lleno de “excesos”, Sarah acumuló deudas por cientos de miles de libras. Cantidad de dinero que, según esta publicación, fue saldada por Isabel II.

Carlos III y Sarah Ferguson sonriente aparecen en un montaje de dos retratos.
Un historiador pone en un aprieto a Sarah Ferguson, cuñada de Carlos III | Europa Press, es.catalunyadiari.com

En este libro se confirma que, mientras estaba casada con el príncipe Andrés, Sarah Ferguson rara vez se preocupó por pagar las facturas. De hecho, habría gastado sin control en personal, flores, fiestas y vacaciones, entre otros lujos.

El matrimonio de los duques de York duró diez años (1986-1996). Durante ese tiempo, necesitó ayuda financiera en varias ocasiones. Detalle que ahora ha dejado al descubierto el historiador Andrew Lownie.

Un grupo de personas vestidas formalmente camina por una calle, con el príncipe Andrés de cabello canoso y Sarah Ferguson de cabello rojizo al frente.
Sarah Ferguson y el príncipe Andrés se casaron en 1986 | Europa Press

Este conocido autor británico ha asegurado que uno de los rescates económicos más destacados se produjo en abril de 1994. En aquel momento, el banco Coutts le exigió a la cuñada del rey Carlos III que abonara en un plazo de dos semanas las 500.000 libras que debía.

Fue entonces cuando a Isabel II no le quedó otra opción que intervenir para saldar la deuda de Sarah Ferguson, evitando así que la situación se convirtiera en un escándalo público.

Un conocido historiador dibuja un revelador perfil de Sarah Ferguson, cuñada del rey Carlos III

En la biografía, El ascenso y la caída de los York, se revelan varios detalles sobre la “vida hedonista, las amistades controvertidas y los esfuerzos secretos por ganar dinero” de los duques.

Andrew Lownie basa sus afirmaciones en los cuatro años que ha invertido en investigar y en las numerosas entrevistas que ha desarrollado. Según el autor, la vida de Sarah Ferguson como miembro de la Familia Real destacó por estar “marcada por la ambición y la imprudencia financiera”.

Tres mujeres sonríen y posan juntas en un pasillo iluminado
Sarah Ferguson gastó mucho dinero en la seguridad de sus hijas, Beatriz y Eugenia | Instagram, @sarahferguson15

Por otro lado, el libro sostiene que la cuñada de Carlos III gastó importantes sumas de dinero en villas privadas, empleados y medidas de seguridad para sus hijas, Beatriz y Eugenia:

“La joven y efervescente pelirroja fue vista inicialmente como un soplo de aire fresco cuando se casó con él en 1986. Pero su explotación de su estatus real para ganar dinero la ha visto, junto con su exmarido, como una figura enormemente disminuida”.

En 1994, las deudas de Sarah Ferguson ya superaban los 3,7 millones de libras, pese a haber participado en diversos negocios. Proyectos que fallaron, aunque solían estar respaldados por la Corona británica.

Mujer pelirroja sonriente sostiene un trébol de cuatro hojas en un campo verde
Sale a la luz el polémico estilo de vida de Sarah Ferguson | Instagram, @sarahferguson15

“Necesitaba la aprobación del banco para pagar incluso cheques modestos. Pero incluso entonces, según un miembro de su personal, siempre creyó que habría un acuerdo a la vuelta de la esquina que resolvería todos sus problemas”, asegura Lownie en su libro.

Además, el autor ha confirmado que la cuñada de Carlos III era conocida por acumular facturas en tiendas como Harrods sin llegar a pagarlas. “Encontró maneras de sortear sus limitaciones financieras”, señala.

De hecho, Mohamed Al-Fayed, dueño del famoso establecimiento, nunca llegó a presionar a Sarah Ferguson para saldar sus deudas. Una situación que aprovechó para replicarla en otros lugares: “Estas cuentas nunca se pagan, por alguna razón. Las tiendas no se quejan por quién es ella, o nunca lo hacían”.

En el libro también se narra como amigos cercanos le prestaban a Sarah Ferguson grandes sumas, aunque rara vez recuperaban su dinero. Uno de ellos, que le dio 100.000 libras para unas vacaciones en el sur de Francia, solo recibió 5.000 de vuelta.

Entre los gastos más llamativos está el desembolso de 14.000 libras que hizo en vinos en apenas un mes. Lownie también menciona viajes de lujo. De hecho, en cada una de estas escapadas, se alojó en un lujoso hotel, donde la habitación más económica costaba 330 libras por noche.