La muerte de David Sassoon, a los 92 años, marca el fin de una era dorada en la moda británica y en la historia visual de la familia de Lady Di. Fue el creador detrás de algunos de los estilismos más emblemáticos de Diana de Gales. Su trabajo no solo vistió a una princesa, sino que ayudó a definir una estética que influenció a toda una generación y que todavía resuena en sus descendientes.
Sassoon fue el rostro creativo de la firma Bellville Sassoon, una de las casas de moda más influyentes del Reino Unido durante el siglo XX. Comenzó su andadura profesional en 1958, trabajando junto a Belinda Bellville.

Juntos convirtieron su atelier en un destino obligado para aristócratas, figuras del espectáculo. Años después, para la futura madre de los príncipes Guillermo y Harry.
Un comienzo inesperado con una futura princesa
Su conexión con Lady Di nació de forma inesperada. Diana Spencer, entonces una joven de 19 años desconocida para la mayoría, visitó discretamente la tienda en busca de un vestido en tonos marfil. La encargada de ventas no la identificó y, sin saber quién era, le recomendó acudir a unos grandes almacenes cercanos. Fue en Harrods donde la futura princesa encontró el vestido azul que llevaría en el anuncio de compromiso con Carlos de Inglaterra.
Afortunadamente, la madre de Diana, cliente habitual de la firma, insistió en que regresara. A partir de esa segunda visita nació una relación profesional que se mantendría durante años. Sassoon se convirtió en su diseñador de cabecera, firmando más de 60 modelos para la princesa y trabajando directamente desde el Palacio de Kensington.

El creador de un ícono real
Uno de sus primeros diseños fue el conjunto rosa melocotón que Diana usó para comenzar su luna de miel. A partir de ahí, su imagen evolucionó bajo la mano experta de Sassoon. La princesa rompió moldes: fue pionera en usar pantalones en eventos oficiales, descartaba los guantes, y a menudo prescindía del tradicional sombrero. En cada uno de estos gestos, había una declaración de independencia, juventud y cercanía con el pueblo.
El diseñador destacaba la facilidad que suponía vestirla. Su complexión, carisma y teza clara hacían posible jugar con una amplia gama de colores y cortes. Sassoon reveló que, para proteger su intimidad frente al asedio mediático, usaban un nombre en clave cuando Diana visitaba el taller: “Miss Buckingham”.
Influencia que llega hasta hoy
Aunque la imagen de Diana fue la más mediática, Sassoon también vistió a otras figuras destacadas de la realeza británica. Su influencia estilística fue clave en una etapa de cambio para la Casa Real, y su visión sigue viva en la moda actual. Basta con ver el estilo sobrio pero moderno de Kate Middleton o la elegancia fresca de Meghan Markle para entender su herencia.