Las memorias de Mar Flores han vuelto a poner sobre la mesa uno de los episodios más delicados de su vida personal: su conflictivo divorcio con Carlo Costanzia. El libro ha rescatado un pasado marcado por disputas públicas y acusaciones cruzadas, donde la custodia de su hijo Carlo Costanzia se convirtió en el gran frente abierto entre ambos.
Mar ha recordado que, en aquellos años, llegó a confesar en las páginas de una revista que llevaba meses sin ver al menor, que apenas tenía cuatro años. Incluso ha relatado que el padre se lo había llevado a vivir a Italia sin autorización. Esta acusación provocó entonces una auténtica guerra mediática, con portadas, declaraciones y un ambiente familiar en permanente tensión.

El paso del tiempo no ha borrado del todo las heridas. Hace apenas unos días, Carlo Costanzia apareció en el cumpleaños de su suegra, Terelu Campos, acompañado de su padre y de su pareja, Alejandra Rubio.
Carlo Costanzia está viviendo una situación complicada por culpa de sus padres
La imagen ha sido interpretada por muchos como un gesto cargado de intención, una especie de zasca dirigido a su madre. Mar Flores ha reconocido que le ha molestado ver esa fotografía, lo que ha incrementado la percepción de una distancia real entre ambos.
La tensión se ha acrecentado todavía más cuando el joven no ha acudido a la presentación del libro de su madre. Según la explicación de Alejandra Rubio, él "no quiere posicionarse" en el conflicto entre sus padres. Sin embargo, esa ausencia ha sido entendida como un nuevo signo de que la relación entre madre e hijo pasa por un momento complicado.

Ante esta situación, la psicóloga y escritora Lara Ferreiro ha ofrecido su análisis. Lara ha explicado que cuando los padres se llevan mal y el hijo es ya adulto, se produce una “división emocional” que genera heridas profundas. En su opinión, el posado de Carlo con su padre puede considerarse una “posición indirecta” en una batalla que nunca ha terminado del todo.
Lara Ferreiro habla sobre Carlo Costanzia
“Que los hijos vivan divorcios traumáticos los destroza, y no es el divorcio en sí, ya que a día de hoy 7 de cada 10 matrimonios se han separado en España. Pero sí lo es tener que posicionarse y escuchar cómo un progenitor critica al otro. Eso daña la imagen del otro y duele mucho, es muy doloroso intentar hacer daño al ex a través del hijo”, ha señalado Ferreiro.
Por este motivo, la psicóloga ha advertido de que “Los divorcios como el de los padres de Carlo Costanzia pueden hacer que los hijos acaben con este trastorno”, la división emocional. La experta ha insistido en que los hijos no deben convertirse en campo de batalla de los conflictos pasados y ha recordado que la neutralidad es el único camino que protege.

