Los médicos del palacio de Buckingham no han podido evitar enfadarse con la reina Camila por la última decisión personal que ha tomado. Y todo a pesar de las pautas que le dieron en relación con su salud.
Fue a principios de 2024 cuando Carlos III y Kate Middleton anunciaron sus respectivos cánceres. Sin embargo, y pese a su delicado estado, la actividad pública de la monarquía británica ha seguido su curso.

Pero tras las sonrisas y gestos de cortesía de sus miembros, se esconde una inquietud cada vez más visible que recorre desde los salones de Buckingham hasta la prensa más sensacionalista.
No obstante, en esta ocasión, la preocupación no gira únicamente alrededor de la salud del monarca, sino también a la fortaleza de quien ha sido su mayor apoyo: la reina Camila.
Con 78 años, el calendario oficial de la monarca consorte se ha intensificado de forma considerable, y todo en un esfuerzo por garantizar la continuidad de la Corona. Una situación que, según parece, está comenzando a hacer mella en su estado de salud.
La reina Camila toma una decisión que logra enfadar a los médicos del palacio de Buckingham
Personas próximas a la reina Camila aseguran que este ritmo la está llevando al límite y que, incluso, ha desoído las advertencias de sus médicos. Un compromiso que, aunque admirable, podría llegar a pasarle factura.
Como era de esperar, ahora la salud de la monarca se ha convertido en el centro de todas las miradas. La preocupación por su estado tiene su origen en aquel contratiempo que la obligó a cancelar sus compromisos a finales de 2024.

En un primer momento, se dijo que se trataba de una “infección de pecho”, pero después se señaló como una neumonía que dejó consecuencias. Desde entonces, y según reconoció la propia reina Camila, una fatiga post-viral parece acompañarla sin descanso.
Ahora, los especialistas han sido contundentes: debe reducir su actividad, priorizar el reposo y abandonar hábitos como fumar o el consumo de alcohol. Una serie de malas costumbres que ha utilizado como válvula de escape frente a la tensión.

No obstante, y a pesar de las recomendaciones de los médicos del palacio de Buckingham, la reina Camila ha decidido continuar con su labor dentro de la institución. Tanto es así que, lejos de ceder protagonismo, ha incrementado su presencia en actos oficiales, asumiendo el papel de rostro principal de la monarquía.
Aunque su empeño ha sido celebrado por su sentido del deber, también se perciben signos claros de agotamiento físico y mental en ella. De hecho, medios como el Times of India y Pakistan Today afirmaron en junio que se encontraba “literalmente sobre sus últimas piernas”, refiriéndose a sus problemas de movilidad y cansancio evidente.
Pese a que cada una de sus apariciones públicas es examinada con atención, desde el palacio de Buckingham mantienen una postura prudente. De hecho, se limitan a ofrecer explicaciones puntuales sin dar información que pueda generar alarma.
En abril, durante un viaje a Italia, la reina Camila les comentó a los periodistas que su marido “ama su trabajo y eso lo mantiene en marcha”, añadiendo que “quiere hacer más y más y más”. “Ese es el problema”, añadió a continuación.
Personas de su círculo cercano sostienen que su resistencia a reducir compromisos responde al temor de ser vista como una figura frágil. Sin embargo, los expertos de Buckingham advierten que la combinación de edad avanzada, antecedentes respiratorios y el estrés constante puede convertirse en una carga insostenible para su organismo.